El gigante inmobiliario chino Wanda ha reconocido por primera vez en un comunicado oficial que está "reconsiderando por completo las obras de reconstrucción" del Edificio España de Madrid, después de dos semanas de rumores sobre una hipotética retirada del proyecto.
En un breve mensaje oficial en su página web (wanda.cn), el conglomerado que preside Wang Jianlin ha confirmado esta situación tras negar una información aparecida en la prensa china en la que se señalaba que el magnate estaba muy molesto con el Ayuntamiento de Madrid porque, supuestamente, le habrían tratado "como a un perro".
"Wang es incapaz de decir algo así", ha apuntado el comunicado en respuesta a una información publicada recientemente en el diario oficialista chino Global Times, ligado al Partido Comunista.
Wanda había declinado hasta el momento comentar directamente sobre su presunta retirada del Edificio España, que compró al Banco Santander en el verano de 2014 por 265 millones de euros, y cuyas obras de reconstrucción se han complicado al parecer por desacuerdos entre las autoridades madrileñas y la firma china.
La "política de la compañía es no responder" a los rumores, señalaron en su día a Efe fuentes de la firma en China. Pese a ese silencio, los contactos entre Wanda y Madrid, tanto a nivel de Ayuntamiento como de la Comunidad, se han sucedido en los últimos días para intentar que el plan siga adelante.
Este miércoles, el concejal delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, aseguró que el Ayuntamiento madrileño ha facilitado la remodelación en el Edificio España, aunque señaló que aún están a la espera de que la firma "se pronuncie sobre la continuidad o no" del proyecto.
Calvo sostuvo en el pleno municipal que el Consistorio ha mostrado "en todo momento su voluntad y disposición de impulsar el proyecto, facilitando la intervención que el grupo Wanda pretende realizar en el edificio".
La multinacional china adquirió el emblemático edificio con el objetivo de poner en marcha un hotel, viviendas y un centro comercial a sabiendas de que el inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo, según la versión del Ayuntamiento.
Wanda abogaba por derribar y reconstruir la fachada, protegida como patrimonio, con un diseño idéntico al actual, algo que no admitió el Ayuntamiento madrileño. A mediados de enero se conoció que la filial española Wanda Development Madrid, encargada de las obras de remodelación, había decidido cerrar, lo que implicaba el despido de una veintena de sus empleados y desató los rumores sobre un posible fin del proyecto.
Wanda también posee un 20 por ciento de las acciones del Atlético de Madrid y está detrás de la llamada Operación Campamento, un proyecto de ocio y viviendas que podría suponer una de las mayores inversiones en la historia de la capital española, por valor de unos 3.000 millones de euros.