La nueva ley antitabaco ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los vecinos de la plaza de la Moreria y las calles adyacentes. Si antes ya tenían serios problemas con el ruido que generaban los numerosos bares de la zona, la prohibición de fumar en los locales y la proliferación de terrazas ha convertido los ruidos nocturnos en insoportables.
La Asociación de Vecinos Opera-Austrias emprenderán acciones legales contra los propietarios de los bares que causan o permiten ruido nocturno de sus clientes y contra el Ayuntamiento de Madrid, de forma subsidiaria, por no cumplir con sus responsabilidades como controlador de estas situaciones y permitir lo que consideran un grave perjuicio contra el derecho al descanso y la intimidad en el barrio.
Según ha informado la asociación a Europa Press, en los últimos meses se ha experimentado un "aumento considerable" de las terrazas que pueblan las calles y plazas del barrio de Opera-Austrias, uno de los más céntricos de la capital.
Las terrazas de estos establecimientos deben cerrar a la 1 horas entre semana y a las 3 horas los viernes, sábados y víspera de festivos, con lo que "a altas horas de la madrugada empiezan a recoger mesas y sillas, arrastrándolas y generando ruido".
A esto se suma la presencia de los clientes de estos locales y también la "vociferante salida" de las discotecas que hay en la zona, lo que genera "ruidos incompatibles con el descanso de los vecinos" así como "reiterados incumplimientos" en los horarios de cierre.
Además, la entrada en vigor de la Ley Antitabaco el pasado 2 de enero no ha hecho sino empeorar la situación a juicio de los vecinos, ya que "se provoca una aglomeración excesiva de clientes en las puertas de los locales hasta altas horas de la madrugada, formando continuas tertulias nocturnas en las que, como consecuencia del consumo de alcohol, gritan e incluso cantan sin que tales excesos sean corregidos por los propietarios de los establecimientos".
Esto causa, además, "la proliferación de orines y colillas en las aceras, lo que genera una situación no sólo desagradable, sino también insalubre", aseguran, criticando que "el bien que esta ley proporciona a unos pocos que disfrutan de la noche de Madrid perjudica gravemente a todo el vecindario de las zonas afectadas por esta lacra de la vida nocturna sin medida".
AMENAZAS DE LOS DUEÑOS
Ante estos comportamientos, la asociación vecinal asegura que los dueños de los locales o no responden a las quejas de los afectados o llega incluso a las "amenazas directas a la vida o a la integridad física de los vecinos".
"Ni que decir tiene que la mayoría de los propietarios de los establecimientos no instan a su clientela a moderar el tono de voz ni a impedir la formación de tertulias nocturnas", apostilla.
Y aunque ante esta situación el Consistorio les ha mostrado "buenas intenciones y comprensión", los vecinos se quejan de la "apatía municipal", que no soluciona las "quejas constantes" de los afectados ni da respuesta a las "reiteradas denuncias" que ya se han interpuesto.
Por ello, reclaman "que se aplique en toda su contundencia" el artículo 45.2d) de la nueva ordenanza del Ruido, que "tipifica como infracción el permanecer en grupo en la vía pública generando ruido que perturbe la tranquilidad de los vecinos".
"Solicitamos que dicho artículo se aplique con toda su contundencia contra los grupos de fumadores que conversan en horario nocturno a las puertas de los bares, pero también que el Ayuntamiento sancione a los propietarios de los establecimientos a cuyas puertas se producen las tertulias nocturnas, pues son ellos, en última instancia, los beneficiarios directos de tales molestias", exige la asociación.
Además, reclaman al Ejecutivo local que efectúe las pertinentes inspecciones a estos locales ya que, según asegura la A.V. Opera-Austrias, "muchos no cuentan con la preceptiva licencia de funcionamiento" y "un gran número de expedientes abiertos contemplan graves irregularidades de los locales que sus propietarios no subsanan y el Ayuntamiento no requiere su subsanación".
"Ante este cúmulo de circunstancias", los vecinos estudian "emprender acciones legales contra los establecimientos que causen o permitan el ruido nocturno y, subsidiariamente, contra el Ayuntamiento por permitir que sigan abiertos establecimientos en los que se detectan graves irregularidades".
Por último, los vecinos han anunciado que colocarán carteles en los balcones de las viviendas afectadas por el ruido para protestar por la situación en la que viven por culpa de "horarios muy amplios e incompatibles con el descanso de los vecinos".