Soplan nuevos vientos en el corazón financiero de Azca. Torre Europa, uno de los rascacielos más emblemáticos de la capital, afronta un cambio de look que será una realidad en 2017 tras una inyección de 20 millones de euros y que devolverá el atractivo al inmueble tras 31 años en pie.
La salida de KPMG, que permaneció durante más de 30 años en el edificio, ha permitido a los dueños de la torre afrontar una rehabilitación general en la que, reconocen, llevaban tiempo pensado. Tras este lavado de cara, los propietarios esperan que las rentas del inmueble -un icono del "skyline" madrileño- se revaloricen cerca de un 25% (los máximos previos a la crisis se movían en el entorno de los 40 euros por metro cuadrado.
Con la premisa de preservar al máximo la esencia del edificio -la obra más destacada del arquitecto Miguel Oriol e Ybarra- los trabajos irán encaminados a adaptar el edificio a las nuevas necesidades y estándares que demanda el mercado de oficinas coincidiendo con la recuperación que afronta el sector inmobiliario tras años de castigo.
Los característicos pilares de Torre Europa se forrarán de acero y la entrada se transformará en un gran cubo de cristal integrado en el Paseo de la Castellana, ha explicado a Efe el director de Operaciones de Infinorsa, Fernando Ferrero.
El acero será suministrado por Acerinox, mientras que el atrio de vidrio correrá a cargo de la española Bellapart, una de las encargadas de hacer los famosos cubos de cristal de Apple. Los trabajos, que preservarán el característico reloj de la fachada, pretenden hacer de Torre Europa un edificio inteligente y medioambientalmente sostenible.
Cambio de ascensores, un sistema pionero en España diseñado por Philips que se adapta a las necesidades del edificio y a las preferencias de los usuarios gracias a sensores de luz, temperatura o infrarrojos, reforma de los interiores para hacerlos más luminosos, aprovechar el "internet de las cosas"... todo ello estructurado en distintas fases.
El mes que viene acabarán las labores en el interior del edificio -que no está protegido- y empezará el forrado de los pilares, que se espera concluir en el primer trimestre de 2017, al igual que el nuevo acceso al edificio y la plaza que lo acompañará. Está por definir qué pasa con los locales de restauración que hay en sus bajos, si se mantiene el uso comercial o bien se transforma en más superficie de oficinas.
Lo que ya está cerrado es el contrato de alquiler con la multinacional estadounidense de servicios de internet AOL, mientras que están abiertas varias negociaciones con potenciales inquilinos a fin de ocupar los 20.000 metros cuadrados disponibles, un proceso que está coordinando la consultora JLL. El grupo Infinorsa es el dueño mayoritario de la torre, a la que ya se le habían destinado 11 millones para actuaciones puntuales.
La reforma de Torre Europa -la 7º más alta de la capital con 121 metros de altura- se suma así a otras actuaciones de Azca: la reforma de la plaza Pablo Ruíz Picasso, la rehabilitación de la antigua sede del BBVA, etc... todo para devolver el protagonismo al tradicional corazón económico-financiero de Madrid.