La Soledad despide la Semana Santa madrileña en su encuentro con el Cristo Yacente

  • La Procesión de la Soledad pone el broche al Sábado Santo en Madrid
  • Emotivo encuentro en la Plaza de la Villa

La última procesión de la Semana Santa en Madrid, la de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo, ha hecho hoy el recorrido previsto por el casco antiguo de la capital, hasta su encuentro con el Cristo Yacente, acompañada por cientos de fieles emocionados al son de tambores y en una tarde soleada.

Esta procesión, que data del siglo XVIII, es una de las más antiguas y emocionantes que se celebran en la capital española y de las más esperadas y devotas por el "encuentro" que se produce a mediados del recorrido entre la virgen y el Cristo.

Organizada por la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo, esta procesión ha puesto fin a las previstas para la semana santa madrileña, acompañada hoy por buen tiempo, con algo de frío y viento, pero en una tarde soleada que ha permitido la participación de las hermandades.

La procesión ha contado este año con la compañía musical de la Sección de Instrumentos de la Cofradía de Cristo, a la Cruz, y de la Verónica, en la Cruz de Guía; la banda de Nuestra Señora de la Soledad de Madrid ha acompañado al Cristo y la Banda San Fernando Rey, de Burgos, ha ido junto al paso de la Virgen, junto con las bandas de la Soledad y de la Unión Musical "El Maestro".

La imagen de la Virgen de La Soledad es una talla de Juan Pascual de Mena, del siglo XVIII, y el Cristo Yacente es también una talla, aunque más reciente, del siglo XX, procedente de los Talleres Olot.

Con una hora de retraso sobre el horario previsto, a las 17:30 horas ha salido en andas la imagen de La Soledad desde la iglesia de la Concepción Real de Calatrava, en el número 25 de la calle Alcalá, y ha ido hasta la puerta del Sol y las calles de Arenal, las Hileras, de las Fuentes, del Conde de Miranda o del Codo, antes de encontrarse en la plaza la Villa con la imagen del Santísimo Cristo Yacente, para continuar ambas igual itinerario.

Varios centenares de fieles, muchos vestidos de negro en señal de luto, además de curiosos y decenas de turistas, han seguido la procesión en la que los nazarenos cofrades de La Soledad lucían hábito y tercerol de color negro.

En el cortejo de la virgen, los nazarenos han vestido capa, cíngulo y guantes blancos, y en el del Cristo túnica negra con capa y capirote rojo.

El Cristo Yacente ha ido en procesión desde el Real Monasterio de la Encarnación por las calles San Quintín, Pavía, la plaza de Oriente, la calle Lepanto, las plazas de Ramales y de Santiago, las calles de Señores de Luzón y Mayor, hasta el acto del Encuentro en la plaza de la Villa.

El encuentro de la virgen con el paso del Santísimo Cristo Yacente, en el que los costaleros inclinan el paso de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo para hacer una venia de saludo al Cristo, se ha producido hacia las 19:20 horas y ha sido celebrado por los fieles con aplausos y vítores.

Y a continuación, después del acto de encuentro lleno de emoción y acompañamiento musical, la procesión ha proseguido por la calle Mayor, la puerta del Sol, carrera de San Jerónimo, plaza de Canalejas, las calles Sevilla y Alcalá hasta el regreso a la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava.

Ya solo queda la Tamborrada, co-organizada por el Ayuntamiento madrileño, que al mediodía de mañana, domingo, pondrá el punto final a la Semana Santa de Madrid.

Está previsto que a las 11:45 horas del domingo, una vez concluida la misa, la tamborrada salga a hacer su recorrido de tradición, desde el convento de las Carboneras, en la plaza Conde de Miranda, en dirección a la Plaza Mayor para empezar allí sobre las 12:00 horas su toque final.