La prohibición de bañarse en lugares como La Pedriza ha sentado bastante mal sobre todo a los municipios de la zona.
Hasta ahora, lo normal es que accedieran al lugar alrededor de 3.000 coches pero se ha restringido el paso a la mitad.
Todo ello ha provocado la queja de los comerciantes y dueños de bares y restaurantes cercanos.