La Policía Nacional y los agentes de seguridad del Metro de Madrid ha fichado en los últimos meses a un nuevo grupo de carteristas que actúa en el suburbano de un modo diferente a los ya habituales, según han informado a Europa Press fuentes policiales. Se trata de ciudadanos rumanos procedentes de Italia que entran en el vagón fingiendo no conocerse de nada. Con gestos y miradas eligen a las víctimas, generalmente turistas, mujeres despistadas y personas mayores o desvalidas. Entonces, se colocan alrededor de su objetivo y en un momento de aglomeración aprovechan para sustraerle la cartera.
Estos ladrones no utilizan la violencia y, aunque son descarados a la hora de rajar mochilas o abrir bolsos, al ser descubiertos fingen que ellos también han sido víctimas de un robo para crear confusión y que el grupo de delincuentes pueda disolverse. Los vagones del Metro no son los sitios preferidos por esta nueva banda. Prefieren sobre todo en las escaleras abarrotadas de usuarios cuando abandonan el suburbano en plena hora punta. Por eso la Policía recomienda llevar el bolso o la cartera por delante y pegada al cuerpo.
A este 'modus operandi' se pueden sumar otras técnicas. Una de las últimas consiste en hacer parar las escaleras mecánicas con el botón de emergencia. Entonces una persona se ofrece a ayudar al turista con las maletas, momento en el que un cómplice aprovecha para hacerse con lo que lleve en el bolso de mano.
UNOS 500 CARTERISTAS FICHADOS
La Brigada Móvil de la Policía Nacional, con la ayuda de los vigilantes de seguridad del Metro, se encargan de localizar y detener a los autores. El Puesto de Mando de Metro de Madrid es donde los policías vigilan las decenas de cámaras de seguridad instaladas por el suburbano madrileño. En este gran puesto de control, detectan una media de cinco robos diarios y arrestan a sus autores.
Sin embargo, esta cifra sólo atiende a las sustracciones detenidas 'in fraganti', a las que habría que sumar las denuncias de robos en el Metro que recogen las comisarías todos los días, que son muchas más. Y es que la mayoría de las víctimas se percatan demasiado tarde de que han sido desvalijadas, según explicó a Europa Press uno de los agentes del Puesto de Mando.
La Brigada Móvil de la Policía, que también vigila en Cercanías, tiene una base en Sol y otra en Nuevos Ministerios. La componen unos 75 agentes, que ya tienen fichados a cerca de 500 carteristas que actúan bajo tierra. La mayoría ya han sido detenidos, pero rara vez ingresan en prisión, puesto que si no sustraen más de 400 euros sin fuerza ni intimidación se considera falta de hurto. Las líneas más problemáticas son toda la 6, la 10 --entre Príncipe Pío y Nuevos Ministerios-- y la 1, especialmente el tramo entre Cuatro Caminos y Atocha Renfe.