La Policía ha puesto en marcha un operativo de búsqueda para localizar a los ladrones que esta mañana atracaron un banco de la madrileña calle Alcalá, del que salieron con el dinero por las alcantarillas, han informado fuentes policiales. El atraco tuvo lugar instantes después de la apertura de la sucursal, a las 8 horas. Cuatro encapuchados entraron con armas de fuego --que la Policía investiga ahora si son simuladas o no-- y un machete en la oficina que el Banco Santander tiene en el número 74 de la calle Alcalá, esquina con la calle Príncipe de Vergara.
Los 'cacos' retuvieron a los empleados que iban llegando a la oficina y les obligaron a darles el dinero en efectivo que había en la sucursal, cuya cuantía se desconoce hasta que el banco realice el recuento e interponga la correspondiente denuncia.
Sobre las 8.10 horas, el portero de una finca colindante observó lo que estaba ocurriendo y llamó a la Policía. El testigo ha explicado que vio cómo iban entrando los empleados del banco y que estos iban desapareciendo, porque se los han ido bajando a un sótano como rehenes.
Los ladrones no han dudado en utilizar la violencia con los trabajadores, ya que tres de ellos han sido atendido por el Samur-Protección Civil con heridas leves por contusiones. Fueron dados de alta en el lugar, ha informado un portavoz de Emergencias Madrid.
Los atracadores huyeron precipitadamente del lugar por las alcantarillas. De hecho, se sospecha que durante el fin de semana habían realizado un butrón desde las alcantarillas para entrar a la sucursal, en la que esperaron a los empleados, y por donde finalmente huyeron.
El 'modus operandi' de este robo es similar al realizado el lunes posterior a la Semana Santa de 2011, cuando tres individuos entraron a un sucursal bancaria de la calle Delicias a través de un gran agujero subterráneo excavado desde una alcantarilla de la calle Delicias de Madrid. Esperaron a la llegada de los empleados para intimidarles con armas de fuego, les obligaron a abrir la caja fuerte y se sustrajeron el dinero que contenía.
SE LLEVARON UN BOTÍN SIN CONCRETAR
Inicialmente se pensó que los ladrones no habían conseguido llevarse nada, pero las inspección posterior ha determinado que sí se han llevado un botín, aún por concretar, según esta misma fuente.
La madre de una empleada ha explicado a la prensa que aguarda a la puerta del banco que su hija la llamó llorando y muy nerviosa por la mañana, una vez finalizado el atraco, explicándole brevemente lo que había ocurrido.
Le relató que unos ladrones encapuchados habían entrado "por una trampilla" y dijeron a los empleados que no les iban a hacer nada, pero llevaban navajas y pistolas y les ataron. Su hija estaba "enloquecida" y tras esa breve llamada no pudo volver a hablar con ella, motivo por el que esta mujer ha decidido acudir a la sucursal bancaria para comprobar su estado.