'Pasión por Renoir': El maestro del Impresionismo llega al Museo del Prado

  • Permitirá admirar 31 obras provenientes del Clark Art Institute de Massachusetts, nunca vistas en España
  • Abrirá sus puertas mañana y permanecerá en el Prado hasta el 6 de febrero

El Museo del Prado inaugura mañana martes la exposición 'Pasión por Renoir', primera muestra monográfica que se dedica al artista en España. En ella se podrán admirar 31 obras provenientes del Clark Art Institute de Massachusetts, institución norteamericana que ha cedido en préstamo la práctica totalidad de su colección de Renoir. La mayoría de estas obras nunca se han visto en nuestro país. Se trata de la segunda colección más importante en el mundo del maestro impresionista.

La exposición, abierta del 19 de octubre al 6 de febrero, permitirá mostrar en España la amplitud y el interés de las propuestas de Renoir a través de las etapas más destacadas de su trayectoria, entre 1874 y 1900, en los principales géneros que cultivó: el retrato, la figura femenina, el desnudo, el paisaje, la naturaleza muerta y las flores. En ellos pueden percibirse no sólo las aportaciones de su obra a la pintura de su tiempo sino también la profundidad de su vinculación con las grandes tradiciones pictóricas anteriores.

Pierre-Auguste Renoir (1841-1919), uno de los artistas más destacados del Impresionismo, trabajó durante su vida con una absorbente pasión por la pintura que le llevó a alcanzar un gran prestigio y popularidad entre sus contemporáneos.

El excelente conjunto de 31 obras del artista, las mejores entre las reunidas por el coleccionista norteamericano Robert Sterling Clark (1877-1956), fundador del Sterling & Francine Clark Art Institute (Williamstown), se mostrará en el Prado, con el patrocinio de la Fundación BBVA, en la que será la primera exposición monográfica dedicada a Renoir en España.

El núcleo de la colección de pinturas del Clark Institute corresponde a un gran conjunto de obras impresionistas adquiridas por Sterling y Francine Clark a lo largo de un período de cuatro décadas. Para los Clark, Pierre-Auguste Renoir representaba la quintaesencia del impresionismo y de ahí que adquirieran más de 35 de sus pinturas, incluidas varias de sus creaciones más importantes.

Como casi todos los impresionistas, Renoir es un artista escasamente representado en las colecciones españolas, sin presencia en ninguna colección pública excepto en la del Museo Thyssen-Bornemisza, con origen en el coleccionismo privado al igual que la del Clark Art Institute.

LA PRIMERA VEZ QUE LA INSTITUCION AMERICANA HA PRESTADO TODOS LOS RENOIR

El director del museo, Miguel Zugaza, justificó la presencia de la colección Clark en el Prado al relacionar su pasión por el coleccionismo "con la de los reyes españoles que formaron las colecciones del museo. Aquí más que en ningún otro sitio se puede valorar la pasión privada por el coleccionismo".

Michael Conforti, director del Stwerling and Francine Clark Art Institute, alabó la visión de Miguel Zugaza por haber organizado una exposición que sitúa a Renoir en un contexto muy diferente que le ha permitido ver su propia colección "con ojos nuevos". Conforti reconoció que la muestra, "con obras del Renoir más joven", no ofrece una visión completa del artista "pero si el primer Renoir que, desde el punto de vista de los Clark y de otros expertos, es el mejor".

El conservador jefe de la colección, Richard Rand, recordó que es la primera vez en la historia de la institución en que se han prestado todos los Renoir. "Las obras exhibidas expresan todo el repertorio de Renoir" y entre ellas se encuentran "dos de las pinturas históricamente más importantes" como son en su opinión "Palco en el teatro" y "Muchacha dormida", la obra más grande de la colección, ambas de 1880.

Rand destacó también "Cebollas", la obra preferida de Clark, así como el autorretrato del pintor de 1975, y "Retrato de Madame Monet", "obra magnifica, icono de la colección".

Para Javier Barón, jefe de Pintura del Siglo XIX del Prado y comisario de la exposición, Renoir es uno de los artistas más sobresalientes del Impresionismo, "pero no solo eso, sino que se esforzó por enlazar su obra con la gran tradición histórica de la que se sentía heredero".

Barón destacó la contribución de Renoir a los diferentes géneros pictóricos. "Se ve como un pintor de museos. Elige las tradiciones para reflexionar sobre ellas. Las obras exhibidas muestran el tratamiento de esos géneros, donde se ve la influencia de diferentes tradiciones". Su interés por la figura humana le lleva a abordar el retrato y el autorretrato, género del que Barón destacó también el autorretrato del joven Renoir, "pintura extraordinaria; obra sorprendente e impresionante. Es una de las obras de mayor intensidad de las que pintó y en ella se acerca a una vía expresionista".

Renoir fue, sobre todo, pintor de la figura femenina, "quizá el género más interesante de los que cultivo", según Barón, quien comentó la fascinación por las muchachas de las que muestra una sensualidad cálida, como en "Palco en el teatro", uno de los cuadros "más importantes de esta colección y de Renoir".

El paisaje, género por excelencia del Impresionismo, también está presente con obras como "Venecia, Palacio Ducal" o "La barca-lavadero de Bas-Meudon".

En el genero del desnudo, Renoir "reflexiona sobre la antítesis del Impresionismo. En Italia contempla los magníficos desnudos de Rafael o Tiziano aunque no solo le interesan los desnudos clásicos".

En opinión del comisario, "se adelanta a los pintores novecentistas" y en "Bañista rubia", su primer gran desnudo que representa a su mujer, y en "Bañista peinándose", vuelve su mirada hacia Rubens y "hace del desnudo un motivo liberador".