El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama cuenta con 60 nuevos ejemplares de olmo, haya, fresno, cerezo o guindo en diferentes localizaciones con el objetivo de "enriquecer la zona con especies autóctonas".
Las plantas repobladas proceden de los viveros forestales del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), y con estas actuaciones se pretende "aumentar la variedad de especies frondosas en los montes públicos".
Estas actuaciones, puestas en marcha por la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, se enmarcan dentro de las tareas de restauración forestal que se llevan a cabo en los montes públicos en colaboración con las administraciones locales.
Las repoblaciones en el entorno de la Sierra tienen la finalidad de "incrementar la variedad de especies frondosas para aumentar la diversidad florística" y, por consiguiente, la fauna asociada, así como para "dotar al paisaje de elementos vegetales que permitan percibir el cambio de estaciones con los cambios de color de la flora y el follaje".
De esta manera, la Comunidad de Madrid recupera los terrenos forestales a la vez que evita la degradación de los mismos, además de mejorar la "calidad ambiental" del entorno.
En este sentido se han sembrado catorce ejemplares de 'Sorbus intermedia', otras diez hayas, cinco cerezos y cinco abedules, y dos ejemplares del tipo de fresno más robusto, el 'Fraxinus Excelsior'. Todas estas plantaciones se han realizado en la zona de las Hondillas.
Por su parte, en la zona de la vaguada de arroyo Picazuelo, se han plantado cuatro ejemplares de olmo temblón, mientras que en la del arroyo La Jarosa se han plantado cinco olmos de montaña.
Por último, en Los Poyales se han sembrado quince ejemplares de 'Prunus cerasus', aunque en la última década se han plantado fresnos en la misma zona.