El Ayuntamiento de Parla ha dado luz verde en el Pleno municipal al establecimiento de la tasa por recogida y reciclaje de residuos sólidos urbanos, conocida como tasa de basuras, que incluirá importantes reducciones para personas y familias vulnerables y bonificaciones por buenas prácticas.
Siguiendo el mandato de la Unión Europea, la normativa estatal y la estrategia de residuos 2017-2024 de la Comunidad de Madrid, el consistorio ha aprobado inicialmente la ordenanza municipal que regula la nueva tasa por recogida y reciclaje de residuos sólidos urbanos, a la que solo se han opuesto PP y Vox.
"Se trata de una tasa que no tiene afán recaudatorio ya que únicamente cubrirá el coste de recogida de residuos y el posterior tratamiento de los mismos", ha explicado el edil de Hacienda, Andrés Correa, durante el Pleno, donde ha insistido en que la tasa tendrá "muy en cuenta la situación de las personas y las familias más vulnerables".
En este sentido, la ordenanza fiscal diferencia entre usos residenciales y otros usos catastrales, estableciendo una cuota fija relacionada con los costes fijos derivados de la prestación del servicio (en todo caso 84 euros), a la que se añade una cuota variable en función de parámetros de carácter objetivo:
Respecto al uso residencial, la cuota contempla factores como la superficie y el número de habitantes empadronados en la vivienda, aplicándose reducciones que pueden ser de hasta de un 90% en función de la capacidad económica de los sujetos pasivos.
Asimismo, se establece una tarifa reducida para todos aquellos sujetos pasivos que se encuentren en situación de riesgo de exclusión social (personas perceptoras de Renta Mínima de Inserción y personas perceptoras de Ingreso Mínimo Vital), utilizándose para el cálculo el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples.
En relación con el resto de usos, la cuota variable atiende a la superficie del inmueble y la tipología del residuo generado.
Además, se incluyen bonificaciones de un 10% sobre la cuota en atención a buenas prácticas como la utilización de los puntos limpios (por acudir 6 veces al año al punto limpio), la recogida de restos vegetales de poda (por llevar 6 m3/año) y la aplicación de los proyectos piloto de compostaje o recogida selectiva.