En Navalcarnero, las obras en los juzgados se paralizaron y como consecuencia las instalaciones son okupadas o desokupadas periodicamente. Algo que a los vecinos de la localidad les genera inseguridad. "Había dinero para la revisión del proyecto y me dijeron que no s epodía hacer" denuncia uno de los afectados.
Las obras llevan paradas once años y los okupas aprovechan para pernoctar dentro. "Teníamos los clientes que vienen a desayunar pero como les roban, hemos perdido la clientela". Los vecinos están hartos y piden soluciones al ayuntamiento.