El calvario de los joyeros no desaparece con el nuevo año. Los robos a las joyerías han aumentado más de un 30%, y el sector cierra un año nefasto en pérdidas. En 2010 se han registrado en la Región más de 180 asaltos a joyerías, en su mayoría, el 70% de los robos, han tenido lugar en Madrid capital.
Detras de las cifras de robos hay nombres y apellidos, los de los joyeros que ven, como cada día, es más dificil sacar su negocio adelante. Testimonios como el de José Luis, a quien hace unos meses le robaron en su taller más de 80.000 euros en joyas.
Robos por el procedimiento del butrón que es lo que más creció en 2010, atracos, hurtos. Los joyeros se enfrentan al encarecimiento de los seguros y muchos se plantean si merece la pena seguir con el negocio.
Reconocen el trabajo de la fuerzas de seguridad para reducir los robos, pero reclaman, eso sí, un mayor endurecimiento de las penas. Una petición que el Gremio de Joyeros lleva años realizando.
El último de los atracos en Madrid lo produjo una banda organizada de atracadores a una joyería en Hortaleza, en el barrio de Sanchinarro. Lo han hecho aprovechando las capanadas del cambio de año. Ocho encapuchados utilizaron un explosivo para reventar los accesos y se abrieron camino a mazazos hasta llegar a las joyas. Lo hicieron en cuestión de minutos. Se trata de una banda que puede estar actuando por toda España.
La policía investiga la posible relación entre este robo en sanchinarro con al menos otros cuatro ocurridos recientemente en diversos municipios de la región. Hace dos semanas en Pozuelo, ocho hombres a mazazos se llevaron 200.000 euros de una joyería; en Fuenlabrada, en el centro comercial Islazul y en Pinto se ha repetido la forma de actuar.
No es la primera vez que los ladrones eligen la Nochevieja para sorprender a sus victimas. Hace siete años robaron en el mismo centro comercial de Sanchinarro a las cinco de la mañana del 1 de enero. Entonces empotraron un BMW contra el escaparate y se llevaron medio millón de euros.