El vicepresidente regional, Ignacio González, ha anunciado este martes que la Comunidad de Madrid declarará Bien de Interés Cultural (BIC) la nave de motores de Metro de Madrid, construida en 1923 con el fin de solventar las posibles insuficiencias de suministro eléctrico en la capital y para prestar un mejor servicio a la red de metro de Alfonso XIII.
Con esta declaración se otorga la máxima protección que contempla la legislación sobre patrimonio histórico y se busca, en palabras de González, no solo el "reconocimiento histórico" de la nave sino el valor que tuvo la instalación a la hora del "desarrollo industrial" y posterior situación de Madrid como "gran centro" de estos avances.
Tras este anuncio, que se hace porque se ha puesto en marcha el expediente para la declaración, fuentes del Gobierno regional han explicado que la propuesta pasa al Consejo de Gobierno donde, una vez sea aprobado, la nave estará ya protegida aunque se da un plazo de 15 meses como máximo para que tenga efecto la declaración con tal.
González ha explicado que han decidido declarar la nave de motores como BIC por el "valor histórico que tiene, por su valor industrial y por su aportación al conocimiento de lo que ha sido y significado el transporte en Madrid para el desarrollo de la ciudad desde el punto de vista de las comunicaciones e industrial". "Queremos proteger nuestro patrimonio industrial, al igual que el histórico artístico, así como fomentar el conocimiento y el desarrollo de este tipo de actuaciones", ha indicado González, que ha señalado que esto sirve para "conocer por qué Madrid, que fue un gran centro de desarrollo industrial y económico desde hace muchos años, ha conseguido convertirse en lo que es hoy, una comunidad líder en casi todos los sectores".
González ha explicado que es la "única" nave de estas características que existe y tiene un significado muy importante tanto desde el punto de vista de Metro como de los avances y el abastecimiento energético a Madrid. Se construyó en 1923 con la finalidad de ser un gran centro de transformación de energía para dar suministro al Metro, inaugurado en 1919 por el rey Alfonso XIII y necesitaba energía para dar un servicio "fiable" y de forma "ininterrumpida".
La nave está formada por tres grandes motores de barcos traídos de Alemania con 1.500 cv de potencia cada uno, que permitían transformar la electricidad que se recibía de la red general para sostener la red de Metro, para alimentar sus motores y al mismo tiempo era la garantía de que si fallaba el suministro de la red general, se podía suministrar energía suficiente.
La capacidad de esta nave de motores permitía producir energía para la ciudad y de hecho, según ha recordado González, en la Guerra Civil permitió dar energía eléctrica a la mitad de la población civil de Madrid. Fue inaugurada por el Rey Alfonso XIII en 1924, justo cuando se acababa de inaugurar la red de Metro de entonces, que discurría entre Cuatro Caminos y Puente de Vallecas, de 8 kilómetros y 14 estaciones.
En la misma dirección, el también consejero de Cultura ha dicho que esta nave es una "muestra de la arquitectura" que en aquel momento se hacía, asociada al desarrollo industrial. De hecho, destacan azulejos y motivos ornamentales vinculados a Metro, que luego se reprodujeron a todas las estaciones que se hacían, incluidos el propio anagrama de Metro.
De hecho, ha añadido que en su día se ha restaurado "tan bien" la nave y está en "tan buena situación" que ahora mismo se podría poner en funcionamiento los motores por parte de los ingenieros, lo que da idea de la "solidez y la solvencia" con la que se hizo esto, ha explicado.
RESTAURADA PARA EL CENTRO DE INTERPRETACION
Situada en las instalaciones de la sede social de Metro de Madrid, en la calle de Cavanilles, la nave de motores conforma, junto a la restaurada estación de Metro de Chamberí, el centro de interpretación de Metro (Andén Cero), en el que se muestra la historia del suburbano y la importancia del transporte como motor de la economía y el cambio social de la región.
El proyecto de la instalación de la maquinaria corrió hacia los años 20 a cargo de los ingenieros José María y Manuel Otamendi. Antonio Palacios fue, como en otras muchas instalaciones de Metro de Madrid, el autor del proyecto arquitectónico, extendiendo el uso de azulejos a los edificios auxiliares de Metro como imagen de la compañía.
Muchos años después de ser inaugurada la nave, la creciente regularidad del suministro eléctrico motivó el cese de la producción de energía y en 1972 quedó definitivamente fuera de servicio. Más de 30 años después del cierre, cuando Metro ya rondaba las 300 estaciones y los 300 kilómetros, el Ayuntamiento de Madrid acordó con la compañía su apertura en 2005.
Los trabajos de restauración de la Nave de Motores, según el proyecto del arquitecto Carlos Puente, consistieron en la recuperación del aspecto original del edificio, así como la limpieza y restauración de la maquinaria y elementos muebles, además de la creación de un espacio de acogida para el público.