Los trajes que vistieron los Reyes Magos en la primera cabalgata que organizó el Gobierno de Ahora Madrid, la obra de los titiriteros detenidos acusados de exaltación del terrorismo o la retirada por equivocación de una placa a los carmelitas son algunas de las polémicas que han envuelto a la edil Celia Mayer desde su llegada al frente de Cultura.
Este Area ya comenzó con polémica nada más arrancar el Gobierno de Manuela Carmena. A las 48 horas de nombrar responsable de la concejalía a Guillermo Zapata, este dimitió del cargo por el revuelo que suscitaron el recuerdo de unos tuits que el concejal había escrito unos años antes sobre Irene Villa.
De hecho, estos comentarios en las redes sociales le llevaron después a tener que declarar en la Audiencia Nacional por un supuesto delito de humillación a las víctimas del terrorismo. Finalmente, el edil quedó absuelto.
Celia Mayer cogió el relevo a Zapata y una de las primeras polémicas llegó con la Cabalgata de los Reyes Magos y la vestimenta elegida para sus majestades. La edil criticó entonces que los trajes se convirtieran en una" cuestión de estado" y defendió que se habían mantenido los elementos tradicionales innovando sólo en aspectos puramente estéticos.
A los dos meses, la edil se encontró otro frente abierto en Carnaval con la compañía Títeres Desde Abajo, cuyos titiriteros fueron detenidos después de la representación de la obra 'La bruja y don Cristóbal'. Durante la misma, uno de los títeres exhibió una pancarta con el lema 'Gora Alka-ETA', entre otras acciones, que motivó la posterior detención de los responsables del espectáculo.
El Ayuntamiento procedió a interponer una denuncia y a los pocos días la propia concejal reconoció que los hechos eran "graves" pero pidió la retirada de la misma, al tiempo que consideraba "intolerable" que los titiriteros se encontraran entonces en prisión preventiva incondicional.
Ese mismo mes también tuvo que pedir disculpas por el "error" que habían cometido al retirar la lápida que conmemora el fusilamiento de ocho beatos Carmelitas en el cementerio Parroquial de Carabanchel Bajo, en el marco del proceso que había iniciado el Ayuntamiento para retirar algunos vestigios relacionados con el franquismo.
También tuvo problemas con la destitución de Juan Carlos Pérez de la Fuente de la dirección del Teatro Español y de las Naves en Matadero en mayo del año pasado. Mayer negó que su salida respondiera a motivos ideológicos y a los pocos meses Madrid Destino y el exdirector alcanzaron un acuerdo a través de un acto de conciliación judicial por el que la empresa municipal reconoce la "improcedencia" de la extinción de su contrato.
En los teatros ha continuado la polémica, cuando hace un par de semanas el Ayuntamiento decidió cambiar los nombres de las salas dedicadas a Max Aub y Fernando Arrabal en el marco del cambio de la denominación de las naves del Matadero, que pasan ahora a llamarse Centro Internacional de Artes Vivas. Tras las críticas ambas salas mantendrán los nombres de los artistas.