La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ha denunciado daños en 16 bases de las Brigadas Forestales de la región, cuyos trabajadores están en huelga desde el pasado 15 de julio, daños que han hecho que este domingo varios recursos no hayan podido estar operativos.
Según ha informado la Consejería, los daños han consistido en colocar “pitones” en las puertas exteriores de los recintos para dificultar el acceso a los mismos así como la inutilización de las cerraduras de acceso a los edificios que sirven como base a dichos recursos.
A las 14:00 horas todavía había 9 recursos inoperativos por no poder acceder ni a los vehículos ni a la ropa del personal, y a las 17:00 horas aún quedaban tres bases inoperativas: Cercedilla, Puebla y Moralzarzal.
En el caso de la base de la brigada helitransportada de Valdemorillo se ha observado además que el helicóptero situado en dicha base (de la empresa Pegasus) había sido manipulado, de modo que ha pasado a estar inoperativo (clave 0) mientras se realizan las pruebas que permitan confirmar que el aparato funciona correctamente. Además se han tirado piedras en la superficie del helipuerto.
"Estos hechos han sido denunciados a la Guardia Civil puesto que no solo dañan el patrimonio de la Comunidad de Madrid, sino lo que es más grave, se llevan a cabo en época de alto riesgo de incendio comprometiendo el dispositivo de extinción, suponiendo un riesgo para el medioambiente y la vidas de los madrileños, a su vez, alterando elementos tan críticos incluso para la seguridad del personal actuante como un helicóptero", destaca la Consejería.
Los efectivos de las brigadas forestales de la Comunidad de Madrid, que forman parte de la empresa pública Tragsa, iniciaron el martes 15 de julio una huelga de un mes, en plena campaña del plan especial contra incendios forestales (Infoma), para reclamar la negociación de un nuevo convenio colectivo y una mejora "urgente" de sus condiciones económicas.
El presidente del comité de empresa de estos profesionales y representante del sindicato de bomberos forestales Firet, Jesús Molina, explicó a EFE que se decidió seguir adelante con los paros previamente anunciados tras constatar "la absoluta falta de voluntad para negociar" de Tragsa y la "dejadez institucional" del Gobierno.
Los paros serán "ininterrumpidos" durante el mes y la huelga podría pasar a ser "indefinida" si no se resuelve su "insostenible" situación laboral.
Fuentes del Gobierno regional indicaron a EFE que se han decretado unos servicios mínimos del 80%, "abusivos" a ojos de Molina, que se queja del "silencio absoluto" de la Comunidad ante esta situación.Los bomberos protestan, ante todo, porque su convenio colectivo no se actualiza desde 2008, lo que ha propiciado una importante pérdida de su poder adquisitivo, que Molina cifra en un 34,6%.
Reclaman, por otro lado, revisar el régimen de descansos; mejorar las medidas de seguridad y prevención de riesgos laborales; reforzar la formación de los trabajadores; que se les reconozcan pluses de peligrosidad, penosidad y toxicidad; e invertir en la remodelación integral de las bases, sometidas a "20 años de abandono" y muchas de las cuales, detalla Molina, "no cumplen la normativa de exposición a agentes cancerígenos". Otro "caballo de batalla" es el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal, avalada por la Ley Básica de Bomberos Forestales, de ámbito estatal, aprobada en noviembre de 2024.
En la Comunidad de Madrid, estos trabajadores aún reciben oficialmente la denominación de brigada forestal, aunque está previsto que esto cambie a partir del 1 de enero de 2026, cuando se renueve el encargo del servicio a Tragsa aplicando la nueva ley.
El contingente de las brigadas forestales cuenta con unos 330 trabajadores que están en plantilla todo el año, centrándose en tareas de prevención durante el invierno. En los cuatro meses que dura la campaña del Infoma, se incorporan unos 200 efectivos de refuerzo.