El Ayuntamiento de Madrid ha puesto hoy a disposición de la Fiscalía documentación referente a tres bares ubicados en dependencias de la Policía Municipal en los que sospecha que se pudieran haber cometido "irregularidades".
Así lo han señalado en declaraciones a los medios de comunicación el delegado del Área de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y el director general de la Policía Municipal, Andrés Serrano.
Barbero ha explicado que se han percatado de que en estos bares, que eran lugares de descanso para los policías que están de servicio, "se estaba realizando una contabilidad que da la impresión de que era un 'contabilidad B', que no estaba dentro de lo que es la contabilidad del Ayuntamiento".
"Por eso, hemos dicho: 'Luz y taquígrafos", ha continuado el concejal, quien no piensa que haya una "cuestión tremenda", sino que cree que se necesita "visibilizar las cosas y hacerlas bien" con "legalidad y transparencia".
Barbero también ha indicado que hay una caja fuerte en la Subdirección General Económico-Administrativa de la Dirección General de Policía Municipal en la que se guardaba el dinero del beneficio de estos bares, con el que se hacía una serie de gastos, como el abono de las coronas de flores de policías fallecidos (en activo o jubilados).
El delegado del Área de Salud, Seguridad y Emergencias ha asegurado que el director general de la Policía Municipal el pasado mes de septiembre "se encontró con que le dijeron que este dinero se daba antes al director general para la propia administración".
Entonces, según Barbero, decidieron analizar la situación, recabar información y trasladársela a la Fiscalía para que "desde fuera" digan "cómo están las cosas" y que "una voz externa" se pronuncie sobre las posibles irregularidades.
En cuanto al montante de dinero, ha sostenido que no sabe exactamente cuánto hay en la caja fuerte y ha agregado que el funcionamiento de estos bares era algo de "hace muchos años, de toda la vida".
"Es lo que nos preocupa, que es algo sistémico, una manera de funcionar que sí nos parece que es problemática", ha explicado.
Los tres bares de la Policía Municipal madrileña están ubicados en las unidades del Escuadrón de Caballería, Atestados y la Unidad Especial de Tráfico, y eran atendidos por una veintena de auxiliares de policía y, en algunos casos, policías municipales no operativos.
El director general de la Policía Municipal ha reconocido que son conscientes de que estos establecimientos "producían mucha satisfacción" a la plantilla.
Sin embargo, ha sostenido que han preferido anteponer la legalidad a esa satisfacción.
En este sentido, y como solución transitoria, se ha ordenado la instalación de unas máquinas de bocadillos y refrigerios.
Además, el Área de Salud, Seguridad y Emergencias tiene intención de restablecer el servicio a medio plazo mediante la convocatoria de un concurso público que habilite a una empresa para prestar este servicio.