Izquierda Unida celebra este domingo una Presidencia federal complicada en la que se ratificará el reglamento de las primarias para elegir candidato a las generales y decidirá si pide la dimisión al "número dos" de la organización, Miguel Reneses, y a los portavoces en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid.
Un cónclave al que se trasladarán las tensiones con la federación madrileña a causa del escándalo de Caja Madrid y de las tarjetas opacas que también utilizaron los consejeros nombrados a propuesta de IU, todos ya fuera de la formación desde hace un par de años.
Pero aunque estos ya dejaron IU, hay muchos dirigentes, y así se lo han contado, que exigen que las responsabilidades vayan más allá hasta el punto de que dimitan aquellos que consideran que ampararon esos escándalos, bien por negligencia o por amiguismo.
Y es aquí donde entran Reneses y los portavoces del Ayuntamiento de la capital, Ángel Pérez, y de la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo.
Ellos son los principales valedores, a juicio de estos dirigentes, de los consejeros de IU que se sentaron en Caja Madrid y que con su comportamiento, especialmente el de José Antonio Moral Santín, que se gastó casi medio millón de euros con las tarjetas opacas, han puesto en entredicho la honestidad y el trabajo de la formación.
Ya se pidió su dimisión en una resolución que aprobó la Presidencia federal el 11 de noviembre, petición que se hizo extensible a la de otro excoordinador, Fernando Marín, y también al al que ha ocupado ese cargo hasta hace sólo unos días, Eddy Sánchez, quien renunció el pasado día 1 tras dar por cerrada una etapa "difícil y muy conflictiva".
A parte de tomar una decisión definitiva sobre los excoordinadores madrileños, la Presidencia federal ratificará el reglamento de las primarias -por primera vez, serán abiertas a simpatizantes-, con las condiciones, calendarios, censos, avales necesarios y otros requisitos para presentar las candidaturas.
En principio, el calendario fijado se aprobará el domingo sin cambios, han confirmado fuentes de IU, pese a que hay algunos sectores, como el que encabeza Gaspar Llamazares, que quieren posponer un mes las primarias al entender que así se garantizará un proceso participativo.
Por tanto, si no hay cambios, entre el 23 de enero y el 7 de febrero se celebrará la campaña, y el 8 de febrero tendrá lugar la votación. Una semana después, el día 14, se reunirá el Consejo Político de IU para ratificar las candidaturas.
De momento, el único que ha dado un paso al frente para concurrir a esas primarias ha sido el diputado Alberto Garzón, secretario de Proceso Constituyente y Regeneración, quien cuenta con el apoyo mayoritario de la organización.
Como todo apunta a que no tendrá rival en esta carrera, algunos quieren que se obvie el compromiso de celebrar primarias puesto que creen que no solo carecería de sentido, sino que tendría un efecto pernicioso sobre el candidato, han dicho a algunos miembros de la Presidencia, porque le sometería una tensión "innecesaria".