El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha destacado este lunes la hospitalidad de los madrileños con los peregrinos que han venido a celebrar las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y ha afirmado que Madrid es "una fiesta, una auténtica alegría recorrer las calles y ver la cantidad de gente que ha venido de fuera, la cantidad de jóvenes, y a los peregrinos".Gallardón, acompañado por la primera teniente alcalde, Ana Botella, ha asistido este lunes a los actos que conmemoran la Virgen de La Paloma, una de las más castizas de Madrid, en vísperas de la celebración de la JMJ, lugar donde ha realizado en la ofrenda floral que ha realizada a la 'patrona popular' de la capital.
Para el regidor matritense, se trata de una de las tradiciones que "más le vincula", por lo que considera hoy un día "muy especial". "Es una tradición religiosa, por supuesto, pero también es una tradición popular y como todas las tradiciones populares es muy difícil saber a cuándo se remontan", ha señalado el alcalde, quien ha añadido que cada ciudadano debe pedir a La Paloma aquello que considere que es lo más adecuado "para su intereses y para los intereses generales".
Gallardón, al igual que otros años, ha ofrecido sus flores a la Virgen que en esta ocasión han sido amarillas que junto a las blancas, que han depositado los madrileños, simboliza la bandera del vaticano y la llegada del Papa esta semana. En este sentido, el alcalde ha manifestado que Madrid es "una fiesta, una auténtica alegría recorrer las calles y ver la cantidad de gente que ha venido de fuera, la cantidad de jóvenes, y a los peregrinos"."Saber, además, que somos una ciudad que estamos preparados para un acontecimiento de tan extraordinaria importancia como es recibir a más de un millón de jóvenes que van a encontrar aquí hospitalidad, seguridad, apoyo logístico y que van a encontrar que es lo más importante de todo a una población, los madrileños, que estamos absolutamente encantados que se celebre en nuestra ciudad la JMJ", ha añadido.
Por ello, ha considerado que muy pocas ciudades en el mundo están en condiciones de organizar en estos momentos un acontecimiento como el que va a ocurrir esta semana en Madrid. "Además es un acontecimiento que va a atraer unos beneficios no solo a la promoción internacional, sino que además va a tener los beneficios muy importantes para sectores que están muy necesitados como la hostelería", ha señalado. Asimismo, el alcalde ha declarado que "ésta es una ciudad que siempre ha sabido adaptarse a los acontecimiento y sabe que los ajustes en la movilidad redundarán en beneficio de todos".
Una vez que Gallardón ha depositado sus flores a la Virgen se ha dirigido a la celebración de la misa en honor a La Paloma, que ha estado presidida por el arzobispo cardenal y arzobispo Antonio Rouco Varela, quien ha sido recibido por decenas de voluntarios de la JMJ. Rouco Varela ha manifestado durante la homilía que todos estos jóvenes vienen por el Papa y son jóvenes de todo el mundo, de más de 300 países. "No creo que haya una instancia institucional que sea capaz de convocar a un millón de jóvenes", ha añadido.
DESCENSO DEL CUADRO
Después del acto religioso, miembros de la Hermandad de la Virgen de la Paloma del Cuerpo de Bomberos de la capital han bajado, como es tradición, el cuadro de la patrona para que los devotos pudieran besarla. Esta tarde, a partir de las 20 horas, la imagen saldrá en procesión por el centro.
Animado por cánticos y gritos de '`Viva la Virgen de la Paloma, vivan los Bomberos, viva Madrid!', uno de los ha subido los seis metros de escalera hasta llegar a la patrona y, tras colocar la soga, ha bajado la imagen, de más de 90 kilos de peso, ayudado por otra quincena de compañeros, frente al más de medio centenar que participa en esta tradición cada año.