La Unidad de Diagnóstico Prenatal de la Fundación Jiménez Díaz ha realizado por primera vez una transfusión de sangre en el vientre materno a un feto de 28 semanas que presentaba un cuadro clínico muy grave, hidrops fetal severo, que provoca anemia y retenciones de líquidos.
Se llama Nico, acaba de cumplir dos meses y cuando estaba en el vientre de su madre, con 28 semanas de gestación, ya recibió su primera transfusión de sangre.
El equipo, dirigido por el doctor Javier Plaza Arranz, llevó a cabo el procedimiento sin complicaciones en dos ocasiones, en la semana 28 y 30 de gestación, y finalmente el niño nació sano el pasado 20 de noviembre, ha informado el centro hospitalario en un comunicado.
Los resultados de las pruebas médicas solicitadas por los pediatras están confirmando la normalidad del niño, que recibe lactancia materna y fue dado de alta a los tres días del nacimiento.
El primer paso fue realizar el diagnóstico mediante ecografía completa y punción de sangre fetal y, posteriormente, se solicitó al servicio de hematología, dirigido por la doctora Pilar Llamas, la valoración y el proceso de preparación de la sangre.
Una vez realizadas las dos transfusiones se apreció una reabsorción del hidrops y un tratamiento de la anemia y se hizo un seguimiento semanal del feto, en el que se valoró especialmente el crecimiento, el peso, el bienestar fetal y evaluación de la reaparición de la anemia.
La transfusión se realiza mediante dos tipos de técnicas, la intraperitoneal y la intravascular, ambas siempre bajo control ecográfico.
En este caso se empleó la infusión directa a la vía intravascular del cordón umbilical, por la que se procede a la punción a través del abdomen materno.
La anemia del feto se puede producir por diferentes causas, aunque las más comunes son la incompatibilidad en la sangre con la madre, determinadas infecciones o una anomalía cromosómica.