El alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, ha vuelto a solicitar la construcción de un apeadero y puerto seco para mercancías en la línea C-4 de Renfe Cercanías que dé cobertura al polígono empresarial de Cobo Calleja, uno de los más grandes de Europa y que cumple 50 años.
Así lo ha manifestado durante la celebración 50 aniversario de la creación de este polígono industrial, el más grande de España y uno de los más importantes de Europa, donde Ayala ha insistido en la necesidad de "continuar con la modernización del polígono para seguir avanzando y para dotarle de futuro y oportunidades".
El alcalde de Fuenlabrada ya ofreció hace algunos meses al Ministerio de Fomento y a la Comunidad de Madrid financiar "a tres partes" la construcción de este nuevo apeadero o estación de Cercanías Fuenlabrada Industrial, que "reduciría en un 20% el número de desplazamientos en vehículo privado a esta zona industrial".
También la ministra en funciones de Industria, Reyes Maroto, quien se ha tenido que ausentar finalmente del acto, se ha comprometido a incluir la construcción de este apeadero en el 'mapa industrial' que estaba desarrollando el Gobierno central para conocer las necesidades de cada zona industrial del país.
El Ministerio de Industria ha asumido esta reivindicación y se ha comprometido a dotar al polígono de una estación de cercanías, dentro del Plan Estratégico diseñado para los próximos años, que dará servicio a los más de 7.500 trabajadores y trabajadores que desarrollan aquí su actividad laboral.
"Tenemos constancia y el compromiso de la ministra y eso nos permitirá consolidar la reivindicación", ha añadido el regidor socialista, quien se ha mostrado "optimista" ante la posibilidad de que la inclusión del apeadero en este mapa se produzca "en cuanto haya estabilidad" en el Gobierno central.
Con una superficie superior a las 160 hectáreas, sobre este polígono se asientan alrededor de un millar de empresas, de las que un 40% se dedican a la logística y la distribución, un 25% a la industria relacionada con el metal y el resto se distribuye entre empresas dedicadas a la alimentación, artes gráficas o muebles.
