Hoy muchos se lanzan a la carretera, se suben a un tren o cogen un avión con destino, vacaciones. Cargados de maletas, pero sobre todo de ilusiones y de ganas de desconectar. Este fin de semana es de éxodo veraniego. Mañana, eso sí, las alegrías de los que se van se mezclarán con la tristeza de los que regresan.