La Policía ha detenido a cuatro ciudadanos chinos como supuestos miembros de una banda que se dedicaba a extorsionar a comerciantes de su misma nacionalidad, a los que acosaban y exigían entre 20.000 y 50.000 euros a cambio de no cumplir sus amenazas de muerte.
Según informa la Jefatura Superior de Policía, para lograr su propósito, los detenidos no dudaban en amenazar de muerte a las víctimas y a sus familiares, así como en acosarles con reiteradas llamadas de advertencia e intimidatorias de visitas a sus locales o a sus propios domicilios.
Dos de los cuatro detenidos, que cuentan con un amplio historial delictivo, ya fueron arrestados en 2012 por los agentes por su participación en un delito de extorsión.
Las investigaciones se iniciaron cuando un matrimonio de origen chino puso en conocimiento de la Policía Nacional en Fuenlabrada que estaba siendo víctima de amenazas de muerte por parte de un grupo de compatriotas.
Las víctimas, que regentan un negocio en el polígono de Cobo Calleja, recibieron amenazas durante dos meses y la advertencia de que el plazo para pagar cumplía el 12 de enero.
A partir de ese momento, los agentes iniciaron un dispositivo de seguridad en torno a los extorsionados, tanto en las inmediaciones del domicilio como en los alrededores del local comercial.
Durante el desarrollo del servicio, los agentes observaron a dos individuos acceder al local, que abandonaron cinco minutos después para dirigirse a pie a un restaurante de la zona, donde les estaban esperando sus otros dos compinches.
Los agentes contactaron con las víctimas, quienes informaron a los policías de que eran los autores de las amenazas y que les habían requerido 50.000 euros, que debían pagar ese mismo día.
Cuando se dirigieron de nuevo al negocio de las víctimas, la Policía les detuvo y les incautó una gran cantidad de dinero que llevaban en efectivo.
