La Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de Consumo, ha iniciado un año más la campaña de inspecciones a comercios que venden artículos relacionados con la celebración de Halloween y recomienda revisar el etiquetado, además de evitar productos inflamables.
Los artículos que se están retirando pueden ocasionar, entre otras lesiones, quemaduras, asfixias, ahogamientos e incluso estrangulamientos.
Una de las novedades detectadas por los inspectores de la Comunidad de Madrid en esta campaña es la proliferación de artículos decorativos relacionados con la Santa Muerte y que, en su interior, contienen semillas que pueden resultar muy tóxicas y peligrosas.
En la campaña del año pasado se retiraron 3.000 disfraces, 230 caretas y máscaras y 661 capas, entre otros artículos.
En relación al etiquetado, se recomienda asegurarse de que todos los disfraces, pelucas y juguetes infantiles tengan el marcado CE, contengan la edad para las que son aptos -en el caso de que esté restringido para determinados menores-, indiquen el peligro que entraña si el artículo no es apto para menores de 36 meses, y que todo el etiquetado se exprese en español.
Además, hay que vigilar que los disfraces no tengan cordones a la altura del cuello que puedan provocar asfixias, que las máscaras y cascos tengan un área de ventilación suficiente para evitar ahogamientos, que no se trate de prendas inflamables y que los disfraces y juguetes no tengan piezas pequeñas que se desprendan fácilmente y que puedan tragarse lo más pequeños.
También hay que tener en cuenta los riesgos que pueden entrañar los productos de decoración vinculados a esta celebración, como la inflamabilidad de las telarañas decorativas o las pilas pequeñas de determinados artículos que los más pequeños podrían tragarse si fuesen de fácil acceso.
Se prevé que en la presente campaña se reduzca el número de artículos requisados, debido a la efectividad y el efecto disuasorio de campañas anteriores y, por otro lado, al compromiso de los comerciantes madrileños que han modificado sus puntos de compra o proveedores, desechando aquellos que ofrecen productos de mala calidad e inseguros.