Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Area de Investigación del Puesto de Navalcarnero, han detenido a cinco miembros de una banda de atracadores, dos de ellos menores de edad, a los que se acusa de haber cometido 17 robos con violencia llevados a cabo en los distritos del Sur de Madrid, Arroyomolinos y Navalcarnero.
Según ha informado este miércoles la Benemérita, la fase de explotación de la 'Operación Saeta' ha permitido el esclarecimiento de los 27 robos con violencia, 2 delitos de hurto y uno de robo con fuerza, entre los que se incluye un atraco ocurrido en una estación de servicio de Navalcarnero.
Los detenidos son cuatro hombres y una mujer, españoles de etnia gitana, de entre 16 y 28 años de edad. Las autoridades judiciales competentes han decretado el ingreso en prisión de los dos hombres mayores de edad y el internamiento en un centro de los menores.
Los detenidos empleaban una "excesiva violencia" con sus víctimas, a pesar de que estas no opusieran ningún tipo de resistencia. La técnica empleada habitualmente por este grupo consistía en la sustracción de un vehículo que se encontraba parado en un semáforo, que siempre se encontraba conducido por una mujer.
Tras bajar a la víctima, mediante amenazas, golpes o intimidación, utilizaban su coche para cometer robos por el método del "tirón" sobre mujeres de avanzada edad.
Con el mismo vehículo robaban uno nuevo, de forma que colisionaban con otro en marcha para que su conductora lo detuviese y se apease, momento en el que se repetía el robo.
Los detenidos también son autores de un atraco en una gasolinera de Navalcarnero, donde golpearon con un objeto contundente a un cliente que se encontraba en su interior con el fin de intimidarle, además de provocar cuantiosos destrozos en el mobiliario de la misma.
UNA ORGANIZACION PERFECTA
Según el Instituto Armado, los investigados se encontraban perfectamente organizados, repartiendo las tareas entre los diferentes miembros del grupo, desde el robo de los vehículos hasta la venta de los artículos robados.
El registro del domicilio, en el que el grupo almacenaba los efectos sustraídos, ha permitido la recuperación de 6 vehículos robados y la aprehensión de una pistola simulada, utilizada para intimidar a sus víctimas.
La Guardia Civil continúa el estudio de los objetos recuperados, por lo que no se descarta la imputación de nuevos delitos.