Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un ciudadano español de 48 años que portaba una pequeña cantidad de sustancias explosivas así como documentación para fabricar explosivos y planos sobre varios puntos de la Comunidad, entre ellos uno de un polígono industrial del municipio de Boadilla del Monte.
El arrestado, Alberto R.M., se alojaba en un hostal ubicado en el distrito de Centro de la capital y, en su habitación, los agentes han hallado diversas cantidades de nitrato potásico, azufre y polvo de carbón, algunas de ellas ya mezcladas en una botella de 1,5 litros con una pequeña capacidad explosiva, según ha informado la Policía en un comunicado.
El sospechoso también tenía en su poder documentación relacionada con la fabricación de explosivos, entre la que figuraba un manuscrito con la proporción para fabricar pólvora y un manual denominado 'Bombas y Explosivos Caseros'.
Igualmente, los agentes han localizado diversos planos y anotaciones sobre varios puntos de la Comunidad de Madrid. Contaba con dos mapas del polígono Prado del Espino de Boadilla del Monte, en los que se ve la parada de Metro Ligero que hay en esa zona. También tenía anotaciones de direcciones y teléfonos de al menos cinco embajadas: Estados Unidos, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil.
La Policía Nacional ha imputado al arrestado un delito de tenencia de sustancias para la fabricación de explosivos.
EL ENCARGADO SOSPECHABA DE ÉL
La detención tuvo lugar el pasado domingo por la tarde. Alrededor de las 14.00 horas, la sala del 091 recibió una llamada del encargado de un hostal del centro de Madrid en la que informaba de la sospechosa actitud de un individuo que allí se alojaba. Al parecer, el inquilino de una de las habitaciones manejaba diversas sustancias como azufre y un polvo negro similar al carbón que había mezclado en una botella de plástico.
Al lugar se desplazaron varios agentes y, ante la posibilidad de que las sustancias descritas fueran destinadas a fabricar explosivos, o ya lo fueran al encontrarse mezcladas en una botella, establecieron un dispositivo para localizar al sospechoso. Momentos después, al hostal llegó un individuo que por su comportamiento podría tener las facultades mentales alteradas y confirmó a los agentes que había mezclado en una botella carbón, azufre y otra sustancia.
VARIAS SUSTANCIAS Y PETARDOS DE GRAN TAMAÑO
Con el preceptivo mandamiento judicial, los policías registraron la habitación y localizaron numerosos productos destinados presuntamente a la fabricación casera de explosivos: dos bolsas de polvo de carbón, una bolsa de azufre, un bote con nitrato potásico, un embudo, un mortero para machacar el nitrato y varios petardos grandes con mecha.
Igualmente, los agentes encontraron una botella de plástico que contenía tres componentes: una sustancia blanquecina al fondo (nitrato potásico), una amarillenta en el medio (azufre) y una negra en la parte superior (polvo de carbón). El análisis de las sustancias y de las mezclas intervenidas determinarán si podrían producir una explosión y en qué grado.
Entre la documentación hallada, los agentes localizaron varios papeles relacionados con la fabricación casera de explosivos, como un manuscrito que explicaba la proporción para fabricar pólvora y el citado manual.
Pesquisas posteriores realizadas por los investigadores han determinado que el detenido había consultado numerosas páginas de Internet relacionadas con explosivos y que estaba muy interesado en adquirir cloro.
SE PONÍA MUY NERVIOSO AL VER GENTE
La encargada del hostal, Patricia, ha asegurado que el detenido, Alberto R.M., de 48 años de edad, era una persona "muy reservada", que no se prestaba a ningún tipo de conversación y se mostraba "tímido y callado".
Patricia ha explicado que entraron a limpiar a la habitación "como todos los días" cuando se encontraron todo el habitáculo lleno de carbón, incluyendo la cama, el suelo, una camisa del detenido y huellas dirigidas hacia el armario. La encargada ha confesado que al ver el carbón, "lo primero" que imaginaron fue "que había quemado papel".
La encargada del hostal ha confesado que se asustaron con este hallazgo, por lo inusual del caso y porque "con esto que ha salido de este chico de Mallorca te quedas un poco pendiente". Por lo visto, el inquilino llevaba hospedado desde el mes de agosto y "nunca" había creado sospechas, al cumplir con los pagos, no hacer ruido, etc.
Patricia ha confirmado que fue al ver la habitación en ese estado cuando decidió llamar a la policía. "Eso no nos parecía normal", ha relatado, al mismo tiempo que ha añadido que al abrir el armario fue cuando se encontraron con el resto de sustancias explosivas y las huellas del arrestado.