La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 74 años como presunto autor de la muerte de su hermano en el interior de una vivienda del municipio madrileño de Las Rozas en mayo de 2014.
Según ha informado la Dirección General de la Guardia Civil en una nota, los hechos se remontan al 3 de mayo del año pasado cuando los agentes, tras recibir una llamada, localizaron en una vivienda el cadáver de un hombre con evidentes signos de violencia.
Los investigadores concluyeron que la víctima había sido atacada con un arma blanca en el salón de la casa y que no existían signos evidentes de que la cerradura hubiera sido forzada. Además, la vivienda no estaba revuelta y el dinero que guardaba la víctima había desaparecido.
Junto al cadáver, los agentes también hallaron el de su perro, que presentaba una herida inciso-contusa con fractura de cráneo que había sido realizada, según la necropsia, con un objeto contundente.
Los testimonios de vecinos y familiares revelaron que la víctima era extremadamente cuidadosa con las personas que accedían a su domicilio, hasta el punto de anotar en una libreta todas las visitas y no facilitar un juego de las llaves a ninguna persona cercana.
La Guardia Civil centró entonces la investigación en el entorno más cercano y de confianza del hombre, hasta apuntar a su hermano, F.P.P., de 74 años, como el principal sospechoso de su muerte.
Los agentes consiguieron desmontar la coartada que había inventado haciendo que incurriera en numerosas contradicciones y mentiras. Además, en el transcurso de la investigación llegó a cambiar de aspecto físico y a estar en paradero desconocido hasta mediados del pasado mes de febrero.
Todas las investigaciones apuntaban a que el móvil del asesinato había sido económico ya que el fallecido tenía una capacidad adquisitiva de clase media-alta y, según sus allegados, siempre había sido causa de envidia por parte del autor de los hechos, quien acumulaba deudas económicas y tenía una gran adicción al juego.
Los agentes procedieron entonces a su detención en un cámping de Níjar (Almería), donde se había escondido y donde le fueron intervenidos varios efectos de la víctima, así como documentación y ropas con restos biológicos humanos marcados por el perro detector.
También en su domicilio, situado en la localidad salmantina de Béjar, los agentes encontraron a mediados de abril más efectos de interés para el esclarecimiento de los hechos. El detenido, al que se le imputa un delito de asesinato y otro de maltrato animal doméstico con resultado de muerte, ha ingresado ya en prisión.