Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Area de Investigación de San Lorenzo de El Escorial, han logrado detener a los integrantes de un grupo criminal a quienes se les imputa la autoría de 40 hechos delictivos cometidos en diferentes localidades de la región.
La investigación se inició en junio de 2017, tras detectarse varias comunicaciones en las que alertaban de la presencia de varias jóvenes en la localidad y que podrían habían sustraído joyas y otros objetos de valor utilizando el conocido método del abrazo.
A partir de este momento se comenzaron a realizar vigilancias discretas por la zona, buscando de forma paralela denuncias por hechos semejantes en poblaciones limítrofes, lo que permitió descubrir que era un grupo organizado que se desplazaba en grupos de 3 o 4 personas, siendo las chicas, todas ellas jóvenes, las encargadas de realizar los hurtos o los robos con violencia.
LA BANDA LA CONFORMABAN CINCO MUJERES Y UN VARON
Gracias a los datos aportados y a las grabaciones de las cámaras de seguridad existentes en diversos puntos donde ocurrieron los hechos, los agentes identificaron a los integrantes del grupo delictivo, en total cinco mujeres, una de ellas menor de edad y un varón, que era el encargado de desplazarlas hasta las poblaciones designadas y recogerlas con el vehículo en marcha para evitar ser detenidos.
Tras lograr ubicar sus domicilios situados en los madrileños barrios de Carabanchel y El Pilar, se procedió a su detención, imputándoseles hasta el momento un cuarentena de delitos de hurto y robos con violencia, perpetrados en las localidades de Las Rozas, Torrelodones, Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio, Collado Villalba, Soto del Real, Majadahonda, Villanueva de la Cañada, Navacerrada, Manzanares el Real, San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Villaviciosa de Odón, Madrid capital y la localidad toledana de Bargas.
Las víctimas de este grupo organizado eran personas de avanzada edad, algunas de ellas con problemas de movilidad, que relataron que habían sido abordados en plena calle por mujeres jóvenes, que les preguntaban por una dirección de un edificio público, y que tras indicarles mostraban su agradecimiento mediante un abrazo o con gestos cariñosos.
Así mismo en caso de poner resistencia, no dudaban en emplear la violencia para lograr sus objetivos. Los implicados en la investigación han pasado a disposición de la Autoridad Judicial competente.