La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 65 años de prisión a Juan José R.A. por secuestrar a dos hermanos, de 8 y 10 años, violar a la niña y abandonarlos en un pozo de la localidad madrileña de Algete en el año 2011. En la sentencia, la Audiencia madrileña considera al acusado autor de dos de dos delitos de tentativa de asesinato, dos delitos de detención ilegal y un delito de violación.
La resolución prohíbe al procesado acceder a la localidad madrileña de Torrelaguna y aproximarse a las víctimas durante setenta años, además de fijar unas indemnizaciones de más de 800.000 euros para los menores por daños morales.
En sus conclusiones definitivas, la Fiscalía y la acusación particular solicitaron 65 años de prisión para el procesado, mientras que la defensa pidió la aplicación de las atenuantes de alteración psíquica por intoxicación etílica y consumo de drogas.
El tribunal no ha contemplado las atenuantes planteadas por la defensa, dado que el informe de los psiquiatras forenses determinó que no existe relación directa entre los trastornos por dependencia que presenta el acusado y los hechos delictivos que han dado origen a este procedimiento.
Durante el juicio que se celebró el pasado mes de marzo en la Audiencia Provincial de Madrid, se visionó la grabación de la entrevista de declaración realizada a los dos menores como prueba preconstituida, con el objetivo de proteger la intimidad de los niños y evitar que tuvieran que pasar la experiencia de declarar en una sala de vistas.
La prueba se practicó en las dependencias del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Torrejón de Ardoz (Madrid), mediante el sistema de circuito cerrado de televisión para evitar la confrontación visual de los menores con el imputado, conforme a lo aconsejado por los psicólogos de la Guardia Civil.
La sentencia considera probado que sobre las 19.15 horas del 12 de junio de 2011, el acusado abordó a los hermanos cuando jugaban en el municipio madrileño de Torrelaguna, y les dijo que se acercaran a su vehículo con la excusa de que les iba a regalar un perrito.
Después de introducirlos en la parte de atrás de su vehículo, los llevó a una parcela de la urbanización Valderrey de Algete y arrojó al niño a un pozo de unos dos metros de profundidad.
A continuación, condujo a la hermana a una casa abandonada, una edificación en ruinas, sin puerta de acceso y sin ventanas, donde la violó, después de decirle que si no hacía lo que él decía iba a matarla a ella y a su hermano como había hecho antes con otros niños.
Con posterioridad, la arrojó, desnuda, al pozo donde estaba su hermano.
Inmediatamente después, sacó a los dos hermanos y los arrojó a otro pozo de ocho metros de profundidad y menos de un metro de diámetro, que se hallaba en el interior de una caseta de obra, lanzándoles tablas de madera sobre sus cabezas y abandonándoles en este lugar.
Los dos menores permanecieron en el pozo durante dos días, sin comida ni bebida, hasta que a las 13.50 del 14 de junio de 2011, unos transeúntes que pasaban por el lugar escucharon sus voces pidiendo socorro y avisaron a los servicios de emergencia.
Los bomberos rescataron a los niños, que presentaban graves signos de deshidratación, cerca de la urbanización Valderrey, en la carretera que une Algete con Fuente el Saz del Jarama.
Además de las importantes lesiones físicas, los niños han sufrido un trastorno de estrés postraumático agudo, que todavía requiere de tratamiento psicológico y atención especializada.
El procesado -que ya fue condenado en 1983 por una violación- se encuentra en situación prisión provisional por estos hechos desde el 30 de junio, día en que fue detenido por las fuerzas policiales.