Una agente de la Guardia Civil que investigó el secuestro de dos hermanos, de 8 y 10 años, que fueron hallados en un pozo de la localidad madrileña de Algete en el año 2011 ha asegurado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid que la localización de los niños fue "un milagro".
Su declaración se ha producido en el juicio a José R.A., que se enfrenta a 65 años de prisión por dos presuntos delitos de asesinato en grado de tentativa, dos delitos de detención ilegal y una violación.
La agente ha explicado que las pesquisas se centraron inicialmente en saber si el padre estaba relacionado con la desaparición de los menores y se dirigieron a José R.A. en el momento que la hijastra les dijo que el padrastro podía ser el autor de los hechos.
Según la agente, la hijastra del procesado les contó que su padrastro se había marchado y había vuelto tarde, tenía un coche verde, describió sus características físicas y les indicó que tenía antecedentes por supuestas violaciones.
Ha detallado que la hijastra sospechó del padrastro porque estaba "muy nervioso" y tuvo la "reacción impropia" de marcharse de casa, "con mantas y un cargador de móvil", con la excusa de que había encontrado un trabajo.
La agente ha relatado que estuvo en el paraje donde fueron encontrados los dos menores, cerca de la urbanización Valderrey, en la carretera que une Algete con Fuente el Saz del Jarama, una vez alertados los servicios de emergencia.
Al ser preguntada por la Fiscalía si era un sitio transitado donde los dos niños hubieran sido localizados fácilmente, ha resaltado: "En absoluto. Para nada. Mi impresión es que fue un milagro".