La Comunidad de Madrid instalará este mes nuevos desfibriladores en siete sedes judiciales de la ciudad de Madrid para mejorar la prevención en instalaciones que emplean cada día 4.000 empleados públicos y 18.500 usuarios.
Así ha explicado el consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria. El también portavoz del Gobierno regional ha participado junto a la presidenta en funciones de la Audiencia Provincial, Ana María Ferrer, un curso de formación donde ha comprobado el funcionamiento del desfibrilador instalado en la sede de la Audiencia.
Allí ha explicado que los desfibriladores tienen éxito en un 50% de los casos de afecciones cardiovasculares como los infartos en los primeros cuatro minutos, por lo que la actuación precoz hasta que llegan las unidades móviles sanitarias es fundamental para salvar vidas.
Los más de 4.000 empleados públicos y las 18.500 personas que cada día transitan por estas sedes judiciales se beneficiarán de la implantación de estos desfibriladores, que "ya han salvo vidas" -ha apuntado Victoria- en otras instalaciones como las deportivas.
Ferrer ha celebrado esta iniciativa debido a que la sede judicial es un lugar donde se viven experiencias "de alta tensión" por los nervios de las personas que acuden a una sede penal, así como la acogida de los empleados inscritos en los cursos de uso de los desfibriladores.
Este mes se instalarán desfibriladores, además de en la Audiencia Provincial, en los juzgados de Plaza de Castilla, en los Juzgados de Primera Instancia en Capitán Haya y en los juzgados de Violencia sobre la Mujer de la calle Manuel Tovar.
También en los juzgados de lo Social de la calle Princesa, en los juzgados de lo Penal en Julián Camarillo; en el Registro Civil único situado en la calle Pradillo. Los desfibriladores, que estarán instalados en las zonas de mayor tránsito en estas sedes judiciales, son equipos semiautomáticos capaces de adaptar a cada caso la energía, la duración de la descarga y el voltaje de salida.
Según ha indicado la Comunidad de Madrid, operan con un mecanismo sencillo de tres pasos que permiten dar respuesta a la mayoría de los paros cardiacos que se puedan presentarse.
