La Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid realiza desde el pasado 23 de octubre y hasta el próximo 1 de noviembre una campaña de detección de artículos peligrosos relacionados con Halloween tras retirar del mercado en 2016 1.400 disfraces, 583 máscaras y 117 pelucas.
Estrangulamiento por cordones en disfraces, asfixia debido a orificios sin suficiente ventilación en caretas y ahogamiento por piezas pequeñas en juguetes pequeños son algunos de los riesgos que pueden suponer estos artículos, de los que 53 son parte de la Red de Alerta de Consumo (el 54 % de los productos incluidos).
Los disfraces retirados el pasado año -600 unidades de dos modelos para menores de 7 años y 800 de otros dos para mayores de 14- lo fueron por contener cordones a la altura del cuello, cabeza y parte superior del pecho, mientras que las máscaras carecían de orificios para respirar de dimensión suficiente y las pelucas tenían riesgo de inflamarse.
Para adquirir productos seguros, la Comunidad de Madrid aconseja rechazar productos no etiquetados en castellano ni los que no contengan indicaciones obligatorias de edad recomendad; solo se puede reclamar en caso de que en la etiqueta se indique el productor y distribuidor en España, añade.
Los disfraces deben adecuarse a la edad sobre todo de los niños y los maquillajes deben ser hipoalergénicos (con riesgo bajo de producir reacciones alérgicas) y tener identificada su composición, modo de uso y precauciones.
Evitar productos fluorescentes, telas de araña o fuegos de velas, por ser peligrosa su combinación, es el consejo del Gobierno regional para evitar disgustos con los productos de decoración que, como apunta la Comunidad en un comunicado, no son juguetes por lo que su uso debe estar supervisado por adultos.
Esta campaña de inspección se una al operativo que tiene activado la Policía Municipal de Madrid para evitar el vandalismo entre los jóvenes e inspeccionar locales de ocio.