La Comunidad de Madrid cuenta con un Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) en el que durante los siete primeros meses del año han ingresado 2.934 animales, 2.011 de fauna autóctona y 923 de especies exóticas.
La cifra es comparativamente mayor que la alcanzada en 2017, cuando fueron 3.062 animales los atendidos durante todo el año, ha destacado el Gobierno regional en un comunicado.
El objetivo del CRAS es la salvaguarda y recuperación de la fauna autóctona protegida, mediante el cuidado, mantenimiento, recuperación y posterior devolución al medio natural de los ejemplares de especies que se encuentren incapacitadas para la supervivencia en su propio medio.
Según el Gobierno regional, este centro es uno de los mayores y más avanzados hospitales de animales silvestres de España y uno de los más destacados de Europa.
El 60 por ciento de los animales que llegan al CRAS son tratados, recuperados y, posteriormente, reintegrados en el medio natural. Aves -vencejos y ratoneros, principalmente-, mamíferos y reptiles son las especies más recibidas.
Llegan entregados por particulares, agentes forestales, agentes de Policía Local y del Seprona, o bien los recoge el propio personal del centro tras recibir un aviso. También proceden de incautaciones o cesiones por parte de sus propietarios.
A veces llegan enfermos o heridos tras haber colisionado con vehículos, vallados o tendidos eléctricos; en otras ocasiones, se trata de pollos que se han caído del nido o crías que se han desorientado y perdido.
El tiempo medio de estancia es de dos meses, aunque depende de la causa del ingreso, ya que hay enfermedades o lesiones que requieren más tiempo de recuperación y rehabilitación.
Los pollos que ingresan sin lesiones pasan a la sala de cría, donde se introducen en incubadoras, y se mantienen en ellas mientras reciben cebas apropiadas para su crecimiento.
Por último, llega la fase de rehabilitación, en la que se fortalecen sus músculos hasta que mejoran el vuelo y vuelven a ser capaces de volar y cazar. Una vez que cazan, los animales del centro son reintroducidos en su hábitat.
El centro, emplazado en límite de Madrid con Tres Cantos y abierto todos los días del año, realiza un chequeo completo de cada animal ingresado para detectar lesiones y síntomas, así como determinar la causa de su ingreso mediante una recopilación de información para saber de dónde viene, en qué circunstancias ha sido encontrado y qué se sospecha que ha podido ocurrir.
Durante el periodo de tratamiento los animales están en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y reciben cuidados diarios según la pauta veterinaria o, en caso necesario, cirugías.
CONTROL Y VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA
Por otra parte, entre las funciones del CRAS está la investigación forense veterinaria para intentar esclarecer las causas de muerte de fauna salvaje que pudiera incurrir en delito.
De los 2.934 ingresados en 2018, 308 han entrado como cadáveres o muestras para determinar mediante necropsia y análisis las causas de la muerte.