Centenares de personas se concentran esta tarde en las inmediaciones de la Puerta del Sol en repulsa por el desalojo de los indignados del Paseo del Prado y del desmantelamiento del punto de información del 15-M esta mañana en la plaza madrileña, que permanece cerrada y custodiada por la policía.
Los manifestantes se encuentran en las calles aledañas a la Puerta del Sol, y corean consignas como "vergüenza, vergüenza", "lo llaman democracia y no lo es" o "que no, que no, que no tenemos miedo".
Antes de las ocho de la tarde todos los accesos a la plaza ya se encontraban vigilados por agentes que pedían la documentación a algunos viandantes y que impedían el acceso a otros.
Además, numerosos operarios del Servicio de Limpieza municipal se encontraban trabajando en una zona acordonada alrededor de la estatua de Carlos III.
Sin embargo, ante la masiva llegada de personas, los agentes han cortado el acceso a la plaza y han desalojado a las personas que se encontraban en su interior.
Durante el desalojo apenas se han producido incidentes, aunque ha habido momentos de tensión porque varias personas han llevado a cabo una sentada junto a la calle Montera, que finalmente se ha disuelto.
Uno de los manifestantes, Juan, "trabajador precario" de 54 años, que no ha querido dar su apellido y que se encontraba en la Puerta del Sol antes de que fuera desalojada, se ha mostrado "muy enfadado" porque no le permitieran "ejercer su libre derecho" de estar en una vía pública.
También Enrique Jiménez, un joven estudiante de económicas de 23 años se ha mostrado "indignado", pero en esta ocasión porque aseguraba que la policía no ha querido proporcionarle información sobre las identificaciones que se estaban llevando a cabo en los accesos