La cara más cruda de la crisis económica es la del paro, que en España ya supera los cuatro millones de personas que no pueden trabajar.
Hay algo más de un millón de personas que ni si quiera tienen ningún ingreso porque ya se les han acabado las prestaciones sociales, y hay cientos de miles que cada mes van a las oficinas del Inem a darse de alta como parados o bien, a renovar papeles.
Por esta misma razón, Juan y Raúl han tenido la idea de ayudar a quienes más lo necesitan en estos momentos tan duros y todas las mañanas acuden a las oficinas del Inem para vender "bocatas solidarios".
Sólo cuestan medio euro y, mientras que hacen un gesto de ayuda a los damnificados de la crisis, ellos consiguen subsitir. En Madrid Directo, hemos estado con ellos.