Batres denuncia al Gobierno, la Comunidad y otros ayuntamientos por el estado del río Guadarrama

El alcalde de Batres, Víctor Manuel López Rodríguez, ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Ordenación Territorial y Medio Ambiente por presuntos incumplimientos normativos por parte de varias administraciones y organismos públicos respecto a la protección del río Guadarrama y su entorno.

La denuncia, a la que tuvo acceso Europa Press, se dirige contra el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Comunidad de Madrid, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo y los ayuntamientos de Móstoles y Arroyomolinos.

El entorno natural está comprendido dentro de la Red Natura 2000, que engloba la cabecera del río, en el valle de la Fuenfría, hasta su salida por Batres de la Comunidad de Madrid y Galapagar como Parque Regional del Curso Medio del Rio Guadarrama.

Abandono y desprotección"

Desde la Alcaldía estiman que existe "un evidente abandono y desprotección por parte de todas las administraciones competentes al sur de la M-501 de dicho parque regional".

Batres achaca el mal estado a la "ineficiencia" en la depuración de las aguas residuales en las plantas de tratamiento de Móstoles gestionadas por el Canal de Isabel II, así como en los vertidos descontrolados de basuras y los asentamientos humanos en infraviviendas en el área de las Sabinas dentro de los términos municipales de Arroyomolinos y Móstoles.

También lo atribuye a la construcciones ilegales en los márgenes del Carril Toledano y del Camino de la Zarzuela en Navalcarnero y Villaviciosa de Odón respectivamente.

Así mismo, señala a las actividades agrarias dentro de la zona de policía de la Confederación Hidrográfica del Tajo, a la detección de sustancias altamente contaminantes como el mercurio en los análisis hidrológicos; y a un uso inadecuado de las vías pecuarias como verdaderos viales de tránsito de todo tipo de vehículos de motor.

Expedientan a varios municipios madrileños por los residuos arrojados al Guadarrama

"Cloaca y ocupaciones"

Según denuncian, todo ello ha transformado "en los últimos 30 años un entorno de alto valor ecológico en el vertedero y la cloaca del suroeste de Madrid con una manifiesta omisión por parte de todas las administraciones responsables".

"Esta preocupante situación no solo ha degenerado en un gravísimo problema medioambiental en toda el área protegida sino que además, supone un enorme riesgo para la seguridad de las más de 400 familias que han ocupado el dominio público hidráulico habitando en construcciones precarias ante posibles o futuras crecidas sobrevenidas del río".

Y añade el regidor "un manifiesto problema de salud pública al haberse constatado la falta de agua potable, de sistemas de evacuación y depuración de aguas fecales, y de la creciente proliferación de ratas de cloaca que conviven junto a familias, la gran mayoría de ellas, con menores de edad".

Por todo ello, el alcalde ha acudido a la Fiscalía con el objeto de poner la pertinente denuncia, esperando que sean los órganos judiciales pertinentes los que pongan fin de "una vez por todas a esta barbarie ecológica y humana que, para la vergüenza de muchos, se vive desde hace décadas en esta parte de la región de Madrid".

Limpieza y vigilancia

En 2021 la CHT, la Comunidad de Madrid y varios de los municipios ribereños acordaron la retirada de todo tipos de residuos, algunos muy voluminosos, en el tramo entre Arroyomolinos y Navalcarnero.

Los trabajos consiguieron eliminar verdaderas islas de todo tipo de objetos, algunos muy contaminantes, del interior del cauce y de las riberas.

Se estableció un plan de actuación para el depósito de los materiales y su traslado a puntos limpios y vertederos. Así mismo, se encareció a las autoridades locales para que cortaran los accesos a las zonas de vertidos y vigilaran los vertidos incontrolados.

A pesar de ello, los desaprensivos han seguido realizando vertidos de escombros, enseres, electrodomésticos y otros objetos. Algunos han sido pillados in fraganti por agentes locales y medio ambientales, pero un año después de la intensa campaña de limpieza, las islas de basura volvieron al Río Guadarrama.