Como cada 15 de agosto, un piquete de bomberos ha sido el encargado de bajar el cuadro de la Virgen de la Paloma -patrona de Madrid- del retablo de la iglesia del mismo nombre, dando así inicio al último fin de semana de las fiestas más castizas en la capital.
Tras las fiestas de San Cayetano y San Lorenzo en el Rastro y Embajadores, el barrio de La Latina se llenará este fin de semana de música, bailes tradicionales y verbena, además de actos religiosos, de las que disfrutarán no solo los vecinos de la zona sino todos los madrileños y extranjeros que deseen conocer el Madrid "auténtico".
El descenso de la imagen de la Virgen se ha producido tras una Misa Mayor celebrada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paloma pasadas las 13.00 horas, que ha sido presidida por el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino.
El encargado de descender la imagen este año ha sido el sargento del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Vicente Soler, quien lleva más de 30 años de servicio profesional.
El lienzo, que pesa casi 100 kilos, ha sido colocado en el Presbiterio para que los fieles cumplan con la tradición de besarlo hasta las 20.00 horas, cuando los bomberos lo sacarán en procesión por las calles del centro de Madrid, pasando por la glorieta de Puerta de Toledo y la de San Francisco el Grande.
Al acto han asistido personalidades políticas como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, o el consejero de Sanidad de la Comunidad, Javier Rodríguez, que antes de la eucaristía han hecho una ofrenda floral a la Virgen, a la que han asegurado haber pedido trabajo y salud para todos los madrileños.
"Don Hilarión", "La Susana" y "La Casta", personajes castizos típicos de esta festividad, tampoco han faltado a la celebración, y entre el resto de asistentes -locales y forasteros- han sido varios los que han sacado sus mantillas, claveles y trajes de chulapo.
Al ritmo de "De Madrid al cielo" y otros chotis clásicos, los cientos de personas arremolinadas en torno al templo han podido degustar las tradicionales gallinejas y entresijos, sardinas a la plancha, barquillos y churros con chocolate, y jugar en las casetas de feria instaladas en la plaza.
Además del cuerpo de Bomberos, la Virgen de la Paloma es también patrona de los toreros, por lo que a las diez y media de la mañana se ha realizado otra eucaristía en el coso de la Plaza de las Ventas.
Por la noche, una vez finalizados los actos religiosos, llega el momento de la verbena, en la que cada vez abundan menos el chotis, los chulapos y las chulapas y más la música comercial y el "botellón".
Las actuaciones de música y baile de mayor carácter castizo tendrán lugar en la calle de la Paloma, mientras que en la calle del Águila se vivirá el ambiente más puramente de verbena con música acústica, rock y magia callejera.
La orquesta Bambala amenizará la noche en la Plaza de la Paja a partir de las 20.00 horas y a medianoche se cantará una Salve a la Virgen. Mañana será el turno de la orquesta Débora y el domingo de la banda musical Nueva Era.
En la plaza de las Vistillas tendrán lugar, a partir de las 23.30 horas, las actuaciones de música más moderna y para mayor aforo: hoy, actuará Rosa, ganadora de la primera edición de Operación Triunfo y representante española en Eurovisión.
El sábado 16 de agosto será la Banda del Capitán Canalla la que se suba al escenario de las Vistillas, y ya de madrugada el Dj Sergio Blázquez seguirá animando el ambiente.
Finalmente, la mítica figura del rock español de los 80, Loquillo, pondrá fin a las fiestas de la Paloma el domingo en este mismo escenario, en el que previamente, actuará también la cupletista Olga María Ramos.
LA PATRONA "POPULAR" DE MADRID
La Virgen de la Paloma es muy venerada en Madrid. La devoción que siente el pueblo por ella la explica Tomás García, quien fue vicepresidente de la Congregación y feligrés de la parroquia de San Pedro El Real desde hace 40 años. "Aquí he bautizado a mis 7 hijos, me case aquí, aquí se casaron todos ellos. La Virgen de la Paloma es verdad, no es la patrona oficial, pero es la popular", ha relatado.
Y es que es un evento con mucha tradición en la capital, ya que acuden "todas las congregaciones castizas" de la capital, en palabras del propio Tomás. Y es que las chulapas no quieren perderse estas fiestas de la Paloma en las que se festeja a su Virgen.
"Se viven con mucha emoción", cuenta una vecina, ataviada con el traje típico madrileño. Por su parte, un señor que viste con orgullo de chulapo, y se considera madrileño de "pura cepa" explica que tanto su hija como sus nietos están "ofrecidos" a la Virgen.