La comisión judicial ha aplazadopor motivos de seguridad el desalojo de un inmueble que, según las asociaciones vecinales, está ocupado por personas de ideología nazi, tras la amenaza de una joven okupa de tirarse al vacío desde una terraza.
Los okupas neonazis de la antigua sede del Ministerio de Trabajo, situada en el número 41 de la calle Bretón de los Herreros de Madrid, habían recibido una orden de desalojo del edificio para hoy viernes a las 10.30 horas.
Ataviados con banderas de España, los okupas se han colocado delante de la puerta con pancartas con los lemas "HSM no se toca" y "Mantenerse en pie en un mundo en ruina" y han celebrado el aplazamiento del desalojo, que estaba previsto para las 10.30 horas de hoy, al grito de "Sí se puede".
Además, han coreado consignas como "Ningún español sin hogar", "No podrán acabar con la lucha nacional", "Obrero español, obrero español" y "Libre, social, nacional".
El desalojo se ha aplazado por motivos de seguridad después de que durante unos minutos una okupa amenazara con tirarse desde una terraza del edificio, de cinco plantas de altura, a la que accedió tras subirse a un saliente de la parte superior de la fachada.
Previamente, la Policía Nacional había cortado el acceso a la zona del edificio para impedir acercarse al inmueble, mientras decenas de personas que trataban de apoyar a los okupas optaron por seguir desde el cordón el desarrollo de los acontecimientos.
Los miembros del autodenominado Hogar Social Madrid Ramiro Ledesma, considerados de extrema derecha y que ocuparon un edificio del distrito madrileño de Chamberí tras ser desalojados de otro en Tetuán, se han dedicado a repartir comida a primera hora de la mañana.
Este grupo de personas, instalado en los últimos meses en la calle Bretón de los Herreros, es afín al Movimiento Social Revolucionario (MSR) y, aunque defiende que no es de ultraderecha ni nazi, desató la polémica el pasado año por dar prioridad a los españoles en el reparto de comida.
Anteriormente, habían okupado otro inmueble vacío en el madrileño barrio de Tetuán, en el que desarrollaron las mismas actividades durante varios meses, hasta que fueron desalojados el verano pasado. Su presencia provocó enfrentamientos con miembros de extrema izquierda.
Los okupas han colgado del edificio pancartas que lucen los lemas "No se toca", "No podrán desalojar nuestras ideas" y "Sin hogar social Madrid: 150 familias sin comida y 12 familias sin techo".
En declaraciones a Efe, el abogado de los okupas, Santiago Menéndez, ha asegurado que el desalojo se había ordenado sin que se les hubiera notificado la resolución del auto que han presentado en contra de esta decisión, que según ha defendido no es firme.
Menéndez ha indicado además que los actuales propietarios de este antiguo edifico del Estado, que creen que fue comprado por una promotora, no les han notificado ningún requerimiento de desalojo.