El presidente de la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, Daniel Méndez, manifestó hoy a Servimedia, tras participar en un acto conmemorativo del Día Mundial de los Refugiados celebrado en el Parlamento regional, que "hemos venido a la Asamblea a pedir la unidad de las instituciones locales y regionales y que se trabaje con el Tercer Sector". Aseguró que "estamos en la misma situación que se dio hace 100 años, después de la I Guerra Mundial", ya que estas personas "se encuentran en situación de apátridas y no tienen los derechos de los refugiados".
"Europa mira hacia otro lado y en el mejor de los casos los tienen en campos de refugiados donde pierden todos sus derechos y pasan a ser considerados como cosas", manifestó Méndez, quien consideró que "la cosificación del inmigrante refugiado es algo terrible".
Además, dijo que la actuación de España con los refugiados es "como la de la UE, es decir, mirar hacia otro lado", ya que recordó que había una cuota asignada a España de casi 18.000 refugiados, de los cuales han llegado apenas 1.500, y afirmó que "no está cumpliendo su compromisos y no se implantan políticas reales de integración".
Respecto a la Comunidad de Madrid, señaló que "lo que se pide es que, como tiene las competencias de integración, las empiece a desarrollar y las ponga en común con los ayuntamientos, tanto para los refugiados que ya están aquí como para los que van a venir". "Antes Madrid era tierra de acogida para los que venían de Extremadura o Andalucía, pero ahora vienen de Siria y Afganistán para quedarse porque no pueden regresar", indicó. Consideró por ello "necesario trabajar con los ayuntamientos y dotarles económicamente para llevar a cabo políticas de integración".
UN MINUTO DE SILENCIO
Por otro lado, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados, pidió, antes de dar comienzo a este encuentro, guardar un minuto de silencio en "memoria de las miles de víctimas que, ante la dramática situación que vivían en sus lugares de origen, han perdido la vida buscando un futuro mejor para ellos y sus familias".
Recordó que en 2016, las personas obligadas a dejar su lugar de residencia y buscar refugio en otro sitio, fueron más de 65 millones. "65 millones de vidas truncadas por crisis de muy diverso signo, como las hambrunas, pero que últimamente tienen en las guerras su principal causa", señaló Adrados. Asimismo, relató que el origen de estas guerras es "en unos casos, en el control de los recursos naturales y, en otros, el fanatismo religioso".
Afirmó que "no podemos permanecer impasibles ante la terrible realidad de las personas desplazadas" y señaló que "tenemos un deber ético y una responsabilidad hacia los refugiados, y lo estamos llevando a cabo, si bien me gustaría destacar que ésta no es una responsabilidad exclusiva, sino que debe ser compartida".
A su juicio, "el problema de los refugiados es no sólo de una enorme magnitud, sino de una gran complejidad, por lo que no puede ser objeto de soluciones simples o simplistas".