7 millones para prevenir nuevas incidencias en la línea 7B de Metro de Madrid

Decenas de viviendas, comercios y edificios municipales demolidos. Cientos de personas afectadas y desplazadas de sus domicilios o negocios por las obras de construcción de línea 7B de Metro de Madrid y la inestabilidad del terreno que atraviesa entre Coslada y San Fernando de Henares.

El 22 de noviembre de este 2025 reabrió este tramo del suburbano de algo más de cinco kilómetros y medio tras 3 años de trabajos para reparar y consolidar la infraestructura. Miles de toneladas de hormigón y 171 millones de euros a los que se sumarán ahora otros 7 para monitorizar el estado del terreno y adelantarse a posibles nuevas incidencias.

Una red de 500 instrumentos de control y cuatro estaciones topográficas registran datos cada 15 minutos para supervisar el estado de la infraestructura.

En otras líneas

La actuación se centra principalmente en la Línea 7B de Metro, explica la Comunidad de Madrid, aunque el alcance del acuerdo permite intervenir en cualquier otro tramo de la red ante posibles incidencias.

El contrato, con vigencia de cuatro años, incluye la ejecución de estudios hidrogeológicos asociados a la construcción de estaciones de las ampliaciones del suburbano, tanto las ya finalizadas, como la de la línea 3 (L3), como las que se encuentran en desarrollo.

Así, comprende la prolongación de la línea 5 (L5), desde Alameda de Osuna hasta el Aeropuerto Adolfo Suárez–Madrid Bajaras, la 11 que contempla cinco estaciones, dos de nueva creación, Comillas y Madrid Río, y tres de enlace: Palos de la Frontera, Atocha y Conde de Casal.