La Guardia Civil ha detenido a 30 personas y ha investigado a otras 56 por el hurto de ordenadores, relojes y joyas en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a lo largo del último año.
Entre los casos esclarecidos destaca el de unos padres que instigaron a su hija menor para que robara un reloj valorado en más de 10.000 euros cuando se encontraba en las bandejas del filtro de seguridad.
Según ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, las investigaciones desarrolladas por los agentes de la Unidad Fiscal y de Fronteras del aeropuerto de junio de 2023 a ese mes de 2024 partieron de las diferentes denuncias interpuestas por las víctimas en las oficinas de atención al ciudadano ubicadas en las terminales uno y cuatro.
Gracias a las cámaras que el gestor aeroportuario Aena tiene distribuidas por todo el recinto, en el último año los investigadores han llevado a cabo hasta 86 actuaciones que se han saldado con 30 detenidos y 56 investigados.
Los supuestos autores de estos hurtos aprovechaban los momentos en los que sus potenciales víctimas perdían de vista sus pertenencias, como cuando pasaban las medidas de seguridad.
Por ejemplo, sustraían teléfonos móviles, tabletas, ordenadores o relojes cuando los depositaban sobre las bandejas para pasar por el filtro de seguridad previo a la zona de embarque.
También han encontrado casos en los que los sospechosos llevaban a cabo los hurtos mientras los pasajeros esperan poder subir al avión, cuando estos abandonaban momentáneamente sus pertenencias para hacer una compra de última hora o ir al baño.
Las tiendas que operan en las zonas de embarque también han sido víctimas de sustracciones, principalmente de bebidas alcohólicas, tabaco y perfumes.
En muchas de estas operaciones los agentes del instituto armado lograron recuperar los objetos sustraídos, los cuales suelen tratar de devolver a sus legítimos propietarios.
Es por ello que, con la colaboración de las compañías aéreas, que facilitan los datos de las víctimas, han logrado localizarles en países extranjeros y entregarles sus pertenencias de vuelta, algunas de ellas de alto valor sentimental.