Una reyerta entre presos de una cárcel del este de Bolivia se saldó hoy con 30 muertos, entre ellos un niño de un año y medio, y 38 heridos de gravedad, informaron fuentes oficiales.
El suceso tuvo lugar en el penal de Palmasola, situado en el departamento de Santa Cruz y considerado el más conflictivo de los centros penitenciarios que hay Bolivia.
El enfrentamiento entre los internos, al parecer por pugnas de poder entre dos grupos, tuvo lugar de madrugada en Chonchocorito, el sector de máxima seguridad del centro penitenciario, informó el comandante de la Policía, Alberto Aracena, en una rueda de prensa.
Además, durante la reyerta se registró un incendio en la prisión debido a la explosión de dos garrafas de gas.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo en rueda de prensa en el penal que las 30 personas que fallecieron fueron atacadas con machetes, cuchillos, palos y bombonas de gas que fueron usadas como lanzallamas y para provocar intoxicaciones
Romero dijo que en la investigación también se encontraron casquillos de bala por lo que se maneja la hipótesis de que también se usaron armas de fuego en el choque de los reclusos.
Muchas personas fallecieron calcinadas en el segundo piso de una sección donde se produjo incendio provocado por la explosión de las bombonas.
El niño fallecido sería uno de las decenas que viven en el penal de Palmasola con sus padres, una práctica aceptada en las cárceles de Bolivia cuando los menores no tienen otros familiares que los acojan.
El presidente boliviano, Evo Morales, declaró a la agencia estatal de noticias ABI que está "muy consternado" por lo sucedido y que "el país está de luto por semejante tragedia", a tiempo de pedir que se aclare el origen y la responsabilidad de lo sucedido.
El gobernador del departamento de Santa Cruz, Ruben Costas, declaró luto regional de dos días y la alcaldía anunció que todos los servicios funerarios para las víctimas serán gratuitos.
El representante del Defensor del Pueblo en Santa Cruz, Hernán Cabrera, dijo a Efe que hace un año advirtió de que el sistema carcelario estaba en crisis en Bolivia y que la cárcel de Palmasola "era una bomba de tiempo" por las condiciones de hacinamiento, el retraso de la justicia en dictar sentencia y la formación de grupos en la sección Chonchocorito, donde hoy se produjeron los enfrentamientos.
En Palmasola hay más de 5.200 internos de los que solo unos 400 tienen sentencia condenatoria, recordó.
Los heridos, que presentan quemaduras en su mayoría, han sido trasladados a hospitales de la zona.
Además, las autoridades han tenido que reforzar la vigilancia en los hospitales, ya que se han producido intentos de fuga de los reos que han sido ingresados, informó una fuente policial.
Las cárceles bolivianas presentan serios problemas de conflictividad y hacinamiento debido, entre otros factores, a que el 83 % de los más de 13.800 reclusos está en prisión preventiva sin sentencia y sus casos sufren el crónico retraso en la administración de justicia del país.
El Gobierno presidido por Evo Morales dictó a finales de 2012 un indulto masivo para tratar de aliviar esta situación, una medida que ahora estudian ampliar para hacer frente a los problemas que se registran en los penales.
Además, en los últimos meses tuvo lugar una polémica por la masiva presencia de niños en las cárceles de Bolivia, en las que han llegado a contabilizarse hasta 2.100 menores viviendo con sus padres, una situación única en el mundo, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
A ello se sumaron varias denuncias sobre los presuntos abusos sufridos por niños dentro de las instalaciones carcelarias.
Las autoridades comenzaron en junio pasado a evacuar a parte de los pequeños que vivían en las cárceles tras llegar a un acuerdo con los padres de los menores.