Unos 75.000 refugiados están atrapados en el desierto en la frontera entre Jordania y Siria, sin recibir desde hace casi dos meses ninguna ayuda humanitaria, según denuncia la ONG Amnistía Internacional (AI) en un comunicado. La organización ha contactado con algunas de las personas que se encuentran en esa zona, conocida como la "berma", que han descrito un panorama desesperado de sufrimiento.