Las protestas de los indignados en Manhattan se han extendido como la pólvora a las principales urbes de Estados Unidos. Grupos de activistas se congregan en Boston, Chicago, Los Ángeles, Seattle, Filadelfia y San Francisco para solidarizarse con los activistas neoyorquinos. En Chicago, un centenar de personas se plantaron frente a la Reserva Federal el pasado viernes. En San Francisco, hubo una protesta ante la sucursal del banco Chase para denunciar la actitud de las grandes corporaciones bancarias.La mayoría de los detenidos había sido liberados a las pocas horas de la protesta.
Las intenveciones policiales para desalojarles de Wall Street han desencadenado una guerra de videos en internet. Los Indignados hablan de brutalidad policial a través de las redes sociales y la policía muestra también imágenes para defender su actuación.
El movimiento Ocupa Wall Street tiene como campamento base desde hace un par de semanas un parque situado a pocas manzanas del corazón del capitalismo financiero. El movimiento arrancó el 17 de septiembre con varios cientos de personas. Han pasado de una estructura escasa sin demasiada organización a movilizar a miles de seguidores por el efecto arrastre de las redes sociales.
Sindicatos e intelectuales respaldan al movimiento que protesta en un contexto de malos datos económicos para Washington. La tasa de paro no baja del 9%. Casi la mitad de los más de 14 millones de desempleados está sin trabajo desde hace más de seis meses.