El príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, dejará de atender actos oficiales a partir de otoño, aunque la soberana seguirá con su actividad, informó el Palacio de Buckingham.
Isabel II, que el pasado febrero celebró 65 años en el trono, se acaba de regresar a Buckingham, su residencia oficial en Londres, tras pasar la Semana Santa en Windsor.
Tanto la reina como Felipe de Edimburgo tuvieron problemas de salud la pasada Navidad, cuando un fuerte resfriado impidió a la soberana asistir al servicio religioso navideño.