Al menos siete personas perdieron hoy la vida a causa de una explosión de un coche bomba en el barrio de Mezzeh, en el oeste de Damasco.
Fuentes del régimen informaron de que el número de fallecidos ascendía a tres, mientras, un testigo que no quiso identificarse dijo que cuatro niños que se encontraban jugando en el lugar donde estalló el artefacto fallecieron en el acto, al tiempo que se registraron decenas de heridos.
Equipos de bomberos acudieron a la zona para extinguir el fuego que se extendió a numerosos edificios y a una fila de coches aparcados en Mezzeh, barrio de mayoría alauí, la secta chií a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad.
Este atentado se une a una serie de ataques que este domingo sacudieron la capital siria, donde esta mañana seis supuestos suicidas hicieron estallar la carga explosiva que llevaban adosada en dos barrios residenciales del centro de Damasco, lo que causó cinco muertos y nueve heridos.
El Ministerio sirio del Interior, en un comunicado, explicó que los ataques suicidas se produjeron en paralelo en las zonas de Ruken al Din y de Bab Musala, y tuvieron como objetivo una comisaría y la sede de la Seguridad Criminal, respectivamente.
Las explosiones de hoy son las últimas de una larga serie de coches bomba y atentados suicida en Damasco en las últimas semanas.
Este rebrote de la violencia se produce solo un día después de que los llamados Amigos de Siria decidiesen en Doha proporcionar ayuda militar de forma urgente a los rebeldes para cambiar el equilibrio de fuerzas sobre el terreno.