Al menos 31 personas murieron hoy y decenas resultaron heridas en varias "explosiones terroristas" en Alepo (norte), la segunda ciudad de Siria, según fuentes oficiales, que destacaron que hubo grandes daños materiales. La televisión oficial siria precisó que entre los fallecidos hay mujeres y menores, y que además se registraron 75 heridos.
Tres estallidos tuvieron lugar sobre las 07.25 (04.25 GMT) en la céntrica plaza de Saad Alá al Yabri, cerca del Club de Oficiales, donde se registraron todas las víctimas, informó la cadena. Asimismo, hubo una cuarta explosión en el barrio de Bab Yenin, junto a la Cámara de Comercio, donde se desconoce si hay muertos o heridos.
Dos estallidos fueron causados por la detonación de coches bomba, uno de los cuales dejó un gran hoyo en la plaza, controlada por las fuerzas del régimen, donde una gasolinera y un hotel quedaron totalmente destrozados, según la televisión. La emisora mostró imágenes de los servicios de rescate llevándose a algunas de las víctimas y de los destrozos en la plaza de Saad Alá al Yabri, donde el suelo quedó cubierto de escombros y varios inmuebles resultaron afectados.
También enseñó imágenes de los cadáveres de dos hombres vestidos con uniformes militares que, según el corresponsal de la televisión, llevaban adosados a sus cuerpos cinturones de explosivos y que entraron en la plaza tras los primeros estallidos. El presidente del Parlamento sirio, Mohamed Yihad al Laham, condenó poco después los atentados y dijo que "quienes los han perpetrado están lejos del islam", en un discurso transmitido por el canal.
Activistas de la oposición destacaron que las víctimas son miembros de las fuerzas del régimen y que la plaza Saad Alá al Yabri es una de las bases de operaciones de los efectivos gubernamentales, donde mantienen retenidos a rebeldes.
Estos sucesos no han podido ser verificados de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.
El conflicto que vive Siria desde marzo de 2011 ha causado ya unos 25.000 muertos, mientras que 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250.000 se han refugiado en los países vecinos, según Naciones Unidas.