El primer ministro griego, Lukás Papadimos, advirtió anoche en una reunión con la patronal y los sindicatos de que Grecia enfrenta la posibilidad de una quiebra en los próximos tres meses si no llega a un acuerdo financiero con la troika internacional. Según la transcripción de su discurso ante representantes de los agentes sociales del país helénico, divulgado por la agencia Amna, el jefe de gobierno precisó que sin ese acuerdo y las subsiguientes ayudas financieras "Grecia enfrenta el riesgo inmediato de una quiebra descontrolada en marzo".
En ese sentido, Papadimos destacó la importancia de que sindicatos y patronal lleguen a un acuerdo para reducir los costes salariales en el sector privado. "Tenemos que renunciar un poco para no perder mucho", aseguró el exjefe del Banco Central de Grecia, quien asumió las riendas del gobierno de unidad nacional en noviembre pasado en medio de la peor crisis económica y financiera de la historia del país. "Si en las próximas semanas no damos los pasos necesarios, si no convencemos a los representantes de la troika de que estamos dispuestos a realizar pasos decisivos para salir de la crisis, nuestra evaluación será negativa", aseveró.
Los representantes de la troika, compuesta por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE), tienen previsto llegar a Atenas de nuevo el próximo día 15. Los sindicatos ya han rechazado cualquier posibilidad de reducir una vez más los salarios del sector privado.
El presidente de la Confederación General del Trabajo, Yannis Panagópulos, exigió hoy en declaraciones a la radio "vima 99.5" que no se toque al acuerdo salarial firmado con la patronal hace unos meses y se preguntó "para qué sirve estar en la zona de euro si tenemos salarios de hambre".La patronal tampoco quiere la reducción del salario mínimo, pero aceptan que hay que llegar a un acuerdo para reducir el coste salarial medio para las empresas.
Por eso, el presidente de la Asociación de Empresas e Industrias, Dimitris Daskalópulos, ha invitado a los agentes sociales a una reunión el 9 de enero, para llegar a un acuerdo sobre la reducción del coste de trabajo sin reducción del salario mínimo. "El diálogo social para la reducción del coste salarial medio es de importancia capital para mejorar la competitividad del país", asegura Daskalópulos en una carta enviada a los representantes sindicales.
Pero no sólo los sindicatos se resisten a nuevos ajustes salariales, también el partido conservador "Nueva Democracia", que forma parte del Gobierno de unidad, anunció hoy que se opone a cualquier reducción salarial en el sector privado.
Para hoy se espera un consejo de ministros clave para abrir la vía del diálogo con la "trioka", ya que se prevé la aprobación de un proyecto de ley que aborde las medidas debatidas por los expertos internacionales en su última visita a Grecia en diciembre. Entre estos temas, destacan la liberalización de las profesiones protegidas (especialmente taxis y camiones) y medidas prácticas para evitar la evasión fiscal, que es endémica en Grecia. Fueron precisamente los camioneros los que hicieron fracasar todos los esfuerzos de liberalización del gobierno socialista anterior.
Apoyados por los entonces opositores conservadores y ultranacionalistas, los transportistas bloquearon las carreteras de todo el país y organizaron violentas manifestaciones.