Seis jóvenes indocumentados, entre ellos un menor de edad, fallecieron hoy al intentar alcanzar a nado las costas de Italia, después de que encallase el pequeño pesquero en el que viajaban junto a un centenar de inmigrantes que aseguran proceder de Siria y Egipto, según medios locales.
La nueva tragedia de la inmigración en el mar Mediterráneo, que durante el verano registra el mayor flujo de barcazas en dirección a Europa, se produjo a unos 15 metros de la playa de la ciudad de Catania, en el este de la isla de Sicilia, donde encalló el barco en el que viajaban los inmigrantes.
El aviso lo dio a primera hora de la mañana el propietario de un establecimiento playero, quien vio cómo habían alcanzado el rompiente un gran número de inmigrantes que intentaba llegar hasta la carretera para huir tras haber encallado su barco, en el que en un primer momento se dijo que viajaban 120 ocupantes, para después rebajar la cifra a 98.
Agentes de la Guardia Costera, de la Policía y los Carabineros se dirigieron entonces al lugar, donde encontraron dos cadáveres sobre el rompiente y tuvieron que sacar del mar los otros cuerpos hasta completar seis, todos de hombres menores de 30 años y entre ellos el de un chico de entre 13 y 16 años.
Los cadáveres fueron extendidos sobre la playa de Catania ante la curiosidad de los bañistas que empezaban a llegar al lugar, donde el establecimiento "Lido Verde", propiedad del empresario que dio el aviso a los agentes, no ofreció hoy sus servicios de tumbona y sombrilla en solidaridad con la tragedia.
La primera reconstrucción de los hechos habla de que el pesquero encalló en un banco de arena y que sus ocupantes creyeron haber llegado ya a la costa, por lo que se lanzaron al mar pensando poder alcanzar a pie la playa, pero fueron a parar a una zona de aguas profundas en las que seis de ellos se ahogaron.
PROVIENEN DE SIRIA Y EGIPTO
Parte de los supervivientes, entre ellos un niño con síntomas de deshidratación y una embarazada, fueron trasladados inmediatamente a un hospital cercano y contaron a las autoridades que provenían en su mayoría de Siria y de Egipto, países con una situación conflictiva, lo que podría facilitarles un permiso de residencia en Italia.
Los ocupantes que sobrevivieron a la travesía del pesquero, bajo cuyo casco los buzos de las fuerzas y cuerpos de seguridad italianos comprobaron que no había más cadáveres, fueron asistidos con comida, que se les habían agotado, según explicaron, tras una semana de viaje.
"Éste es un suceso anómalo. Podría hacernos pensar, ya por el horario como por la localidad, que probablemente no sabían la ruta que debían seguir, porque los inmigrantes en cuanto ven la costa se dirigen al punto más cercano", afirmó en declaraciones al canal de televisión Sky Tg24 el capitán de la Guardia Costera de Catania Roberto d'Arrigo.
"Con toda probabilidad esto ha sido un error de quien pilotaba la embarcación. Aquí en Catania sucesos de este tipo no se han registrado nunca", agregó.
Las autoridades italianas apuntan ahora a la posibilidad de que la travesía hubiera sido organizada por alguna de las mafias de la inmigración ilegal y que la persona a cargo del barco hubiera preferido asegurar la ruta siguiendo a los cruceros que llegan a Catania, la segunda ciudad de Sicilia, para terminar encallando.
CATANIA, UN DESTINO POCO HABITUAL
Catania es una zona poco habitual para el desembarco de indocumentados, por lo que los responsables del pesquero, en el que viajaban 17 menores, pudieron dirigirse hasta allí en un intento de pasar inadvertidos para unas autoridades italianas que trabajan estos días a destajo para hacer frente a la inmigración ilegal.
El fiscal jefe de Catania, Giovanni Salvi, abrió hoy una investigación bajo la hipótesis de delitos de complicidad con la inmigración ilegal y homicidio culposo (involuntario) múltiple y dispuso la autopsia de los fallecidos, aunque la principal hipótesis es la de muerte por ahogamiento.
Estas muertes se producen después de que en el último mes los inmigrantes que han ido llegando al sur de Italia, sobre todo a Sicilia y a la isla de Lampedusa, que soportan el mayor flujo de indocumentados, han advertido de la muerte de 36 durante sus respectivas travesías.