Los fallecidos en el atentado ocurrido el sábado en el Museo Judío de Bruselas eran dos ciudadanos israelíes y una mujer de nacionalidad francesa, mientras que el herido grave es belga, informó hoy la Fiscalía de Bruselas.
Los datos los ofreció en una rueda de prensa la portavoz de la Fiscalía, Ine Van Wymersch, que añadió que el hombre ingresado en el servicio de cuidados intensivos del hospital de Saint Pierre en Bruselas con pronóstico reservado continúa con vida aunque su estado es "extremadamente crítico".
Añadió que la policía cree que el presunto autor es "una sola persona, muy bien preparada y armada", que las autoridades esperan identificar con la ayuda ciudadana, para lo cual van a publicar hoy un vídeo antes de las 14.00 horas (12.00 GMT) en la página web de la policía federal (polfed-fedpol.be).
La imagen irá acompañada de una descripción del sospechoso, dijo Van Wymersch, que insistió en la importancia de que los medios de comunicación se limiten a esos datos sobre el presunto autor y no difundan otras informaciones "que pueden llevar a la confusión y complicar la investigación".
La portavoz recordó que toda persona que disponga de información sobre el sospechoso está obligada a facilitarla e indicó que la policía está llevando a cabo una "búsqueda activa para detener al individuo".
Confirmó asimismo que la persona que había sido detenida el sábado después del tiroteo por conducir un coche de la marca Audi que fue visto en la puerta del museo ha sido liberada y su condición ha cambiado de sospechoso a testigo.
Sobre las víctimas, el Ministerio de Exteriores israelí reveló que dos de ellas eran una pareja de unos cincuenta años, residentes en Tel Aviv y que se encontraban de visita en Bruselas.
La policía belga ya informó ayer de que estaba intentando identificar a una persona sospechosa, que según los testigos huyó a pie del lugar.
A este efecto se ha analizado "el máximo de imágenes disponibles", captadas por cámaras de los alrededores.
Los hechos ocurrieron el sábado sobre las 16.00 horas, una hora a la que las calles contiguas al museo, en las proximidades de la popular plaza del Sablon, estaban repletas de gente.
REACCIONES DE CONDENA
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el sábado el ataque, que consideró "el resultado de la constante incitación contra los judíos en sus (respectivos) estados".
La campaña electoral en Bélgica, que celebra hoy comicios legislativos, regionales y europeos, tuvo el sábado un final dramático, con motivo del ataque.
El Gobierno decidió elevar el sábado el nivel de seguridad hasta cuatro en una escala de cinco, y reforzó el nivel de seguridad en torno a la sinagoga de Bruselas y de otros edificios judíos de la capital belga.
Sin embargo, la titular belga de Interior, Joëlle Milquet, remarcó en una rueda de prensa que "no hay amenaza ni para la población ni para las elecciones".
Desde las instituciones europeas reaccionaron a los hechos el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, que dijo que "es un ataque contra los valores mismos de Europa", y el responsable de la Eurocámara y candidato socialista a presidir la CE, Martin Schulz, que señaló que es un "ataque brutal" y confió en que las autoridades belgas encuentren a los responsables y los lleven ante la justicia.
La alta representante de la UE, Catherine Ashton, confió también en la pronta detención de los responsables y dijo que "no debe haber impunidad contra el terrorismo".
Por su parte, el candidato del PPE a la presidencia de la Comisión, el ex primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, subrayó que "la intolerancia religiosa no tiene lugar en nuestro continente".