El volcán islandés Grimsvotn ha dejado de expulsar cenizas, con lo que el espacio aéreo europeo ha recuperado la normalidad tras los problemas registrados en varios aeropuertos alemanes, que obligaron a cancelar hoy unos 450 vuelos.
"El espacio aéreo europeo se encuentra totalmente abierto", aseguró en la tarde del miércoles la portavoz de la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol), Kyla Evans.
Eurocontrol indicó esta tarde en su último informe de situación que unos 450 vuelos fueron cancelados hoy en Alemania como resultado de la concentración de ceniza en las áreas de Bremen, Hamburgo y Berlín, pero que al final de la jornada todos los aeropuertos alemanes se encontraban ya completamente operativos.
Las alteración del tráfico aéreo en Alemania a lo largo de la jornada han provocado, no obstante, retrasos que han afectado a miles de pasajeros.
De acuerdo con el Centro Asesor sobre Ceniza Volcánica (VAAC) de Londres, se espera que la nube vaya desapareciendo esta noche y que mañana no tenga ningún impacto en el espacio aéreo europeo.
Desde que el Grimsvotn entrase en erupción el sábado, se han visto afectados, además del espacio aéreo islandés, los del Reino Unido y de Alemania, donde se produjeron la mayor parte de las cancelaciones de vuelos.
No se descarta que la nube volcánica pueda avanzar hacia otras partes de Europa en función de las condiciones meteorológicas, pero la presencia de ceniza no tiene por qué traducirse necesariamente en cierres de los espacios aéreos si no se superan los niveles de concentración máxima recomendados (4 miligramos por metro cúbico de aire), explicó Evans.
Eurocontrol recuerda que en cualquier caso los umbrales de concentración recomendados a escala europea son sólo orientativos y que la última decisión depende de las autoridades nacionales.
Según anunció hoy la Oficina Meteorológica de Islandia, el volcán ha dejado de expulsar ceniza a la atmósfera, aunque aún es pronto para asegurar que la erupción ha cesado por completo.
La Comisión Europea (CE), por su parte, celebró hoy que la respuesta europea haya sido mucho mejor en esta ocasión que hace un año, cuando las cenizas de otro volcán islandés, el Eyjafjalla, provocaron un verdadero caos aéreo que se tradujo en la interrupción del tráfico durante seis días y en pérdidas de más de 1.700 millones de dólares.
La UE cuenta ahora con nuevos procedimientos como la creación de tres zonas en función de la concentración de las cenizas en el aire: zona azul (densidad baja), gris (media) y roja (alta), recordó hoy en rueda de prensa la portavoz de Transporte de la CE, Helen Kearns.
Las aerolíneas pueden además hacer evaluaciones de riesgos por su cuenta y enviarlas a las autoridades aéreas nacionales, que en la mayoría de los casos están autorizando los vuelos en las zonas azules y grises.
La aerolínea de bajo coste Ryanair, sin ir más lejos, realizó ayer un vuelo de prueba en una "zona roja" sobre Irlanda y envió una evaluación de riesgos a la unidad de coordinación.
Bruselas recordó que los pasajeros afectados por cancelaciones y retrasos tienen derecho, incluso en estas circunstancias que escapan al control de la aerolínea, a recibir información en todo momento, al reembolso del precio completo del billete o a ser reconducidos a su destino por una vía alternativa y a la cobertura de los gastos de manutención durante el tiempo de espera.
Representantes de las aerolíneas y los aeropuertos europeos, que se reunieron con expertos de la CE, coincidieron con Bruselas en que la UE se encuentra mejor preparada que antes para hacer frente a una situación de estas características.